Guerra contra el narco: en ceros

  • Organismos internacionales hacen público diagnóstico sobre las políticas de droga en Latinoamérica.
  • Se insta al Ejecutivo Federal a sacar al Ejército de las calles.

De acuerdo a lo publicado el día de ayer por el Transnational Institute (TNI) y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), dos de las organizaciones con años de experiencia sobre este tema, las políticas de droga en Latinoamérica no han tenido impacto en el tráfico de droga, y por el contrario, han causado graves daños colaterales en las sociedades. A lo largo de la región, las leyes de droga han saturado los sistemas de justicia penal, han sobre poblado las cárceles con ofensores de menor grado y han resultado en sentencias desproporcionadas a los delitos cometidos.

La directora ejecutiva de WOLA, Joy Olson, señala que «cuando se mira toda la evidencia, uno se da cuenta que las políticas de control de droga en Latinoamérica y en los Estados Unidos no sólo son ineficaces, sino que también causan graves daños colaterales a los sectores más vulnerables de la sociedad».

La realidad vigente en México fue descrita por TNI y WOLA, quienes en su diagnóstico señalaron que a lo largo de los años el gobierno mexicano ha adoptado sentencias cada vez más altas y ha militarizado los operativos de control de droga para hacerle frente al narcotráfico. El resultado, de acuerdo a lo que declaran, ha sido el incremento en el número de pobladores vulnerables en prisión sin lograr un efecto en la reducción del tráfico de drogas o en la violencia.

Pien Metaal, coordinadora del programa de TNI sobre reformas a las leyes de drogas, afirma que «en lugar de enfocarse en aquellos traficantes responsables de la violencia y la corrupción que están socavando a las naciones, las estrategias actuales terminan persiguiendo a los blancos fáciles: las personas que consumen drogas o las que tienen un rol mínimo en el tráfico de droga».

En este contexto, Rubén Moreira, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, instó a Felipe Calderón a cambiar su estrategia anticrimen: “Es muy importante que el Presidente de la República nos presente un plan de retiro del Ejército de las calles y lo sustituya por una fuerza policiaca regular”, señaló.  A su vez, sostuvo que las fuerzas armadas han sufrido un desgaste en la lucha contra las organizaciones criminales. El diputado federal añadió que éstas “no merecen estar en la posición que están, porque están construidas para otra cosa”.

Por último, el legislador coahuilense repuntó que “más que un llamado al diálogo, lo que vemos es un monólogo de la autoridad federal con un uso electoral y publicitario”.