A pesar de la fuerte lluvia y la presencia de otra manifestación, familiares y amistades de Jessica Sevilla, junto con la comunidad médica, ciudadanos y activistas, tomaron la Plaza de los Mártires en la ciudad de Toluca, Estado de México, para exigir justicia por el brutal feminicidio de la joven.
Después de marchar en contra del tráfico por el primer cuadro de la ciudad para visibilizar la situación, se instaló un altar frente a la catedral. Posteriormente se acercó personal del gobierno del Estado e invitaron a la madre a entrar al Palacio de Gobierno, donde fue recibida por la Fiscal Especializada de Feminicidios.