El sonido grave de una caracola precede el caminar de una larga fila de hombres y mujeres que recorren las veredas, al paso lento que marca el sonido del tambor y el pito. Entre dos van cargando una bandera de México, y tras ella caminan quienes llevan estandartes de la virgen de Guadalupe, de San José y de los santos de distintas parroquias. Más grandes aún, son las pancartas con las leyendas “No a la extracción de petróleo”, “Rechazo a la implementación de la construcción hidroeléctrica en el Valle del Tulijá”, “No a la extracción de hidrocarburos”, “No queremos minería en nuestro territorio”, “Respeto a la Madre Tierra”.
En distintos poblados de Chiapas, esta ceremonia es presidida por diáconos indígenas y sacerdotes de la iglesia católica, quienes “a Dios Padre y a la Madre Tierra” por la vida que provee a los hombres y las mujeres. La escena se repite cada vez con mayor frecuencia. En Palenque, Tumbalá, Yajalón, Salto de Agua, Chilón, Oxchuc, Ocosingo, Las Margaritas, Chapultenango, Rayón, Ixtapanajoya y decenas de otros municipios de las zonas indígenas de Chiapas, donde aseguran que la pobreza, la enfermedad y la muerte no son voluntad de Dios y que “no hay fe sin justicia”.
*Información y video de Pie de Página