Así se pronunciaron los cinco jueces reunidos en el “Tribunal Internacional Monsanto” en La Haya, que alegaron que el gigante de las biotecnología y la agroindustria incurrió en “ecocidio”, aunque dicho delito no se encuentra reconocido en el derecho internacional; estimaron que Monsanto violó el derecho a un medio ambiente saludable, a la alimentación, a la salud y a la libertad indispensable para la investigación científica. El tribunal agregó que si el ecocidio fuera reconocido formalmente como actividad criminal según la ley penal internacional, sus actividades posiblemente constituirían ese ilícito.
El Tribunal Internacional Monsanto, que procede de la sociedad civil y no pertenece a ningún sistema judicial u organización internacional, constituye un “Tribunal de Opinión”que emite sus opiniones consultivas sobre “situaciones o sucesos muy problemáticos” con el enfoque del derecho y las normas internacionales; de igual manera procede la Corte Internacional de Justicia.
En la presentación de su resolución el pasado 18 de abril, el tribunal planteó que las multinacionales deberían ser consideradas actores responsables y, por lo tanto, estar sujetas a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional en caso de violación a los derechos fundamentales.