Al menos 450 cubanos se encuentran varados en el municipio fronterizo de Nuevo Laredo en espera de que se resuelva su situación migratoria en Estados Unidos, luego de que la política conocida como Pies secos, pies mojados concluyera el pasado mes de enero.
El alcalde de este municipio fronterizo, Enrique Rivas, refirió que los centenares de cubanos pasan la mayor parte del tiempo apostados en las cercanías de los cruces fronterizos, en espera de ser atendidos por autoridades migratorias y así definir su ingreso al vecino país del norte.
*Con información y foto de La Jornada.