Eva y Marcial: un caso marcado por la impunidad

*La desaparición de Eva y Marcial es un grave atentado al trabajo y seguridad de los defensores y defensoras de Guerrero, sobre todo en un contexto de violencia.

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Tlapa de Comonfort, Guerrero, 06 de diciembre de 2016. Este miércoles 7 de diciembre se cumplirán 5 años de la desaparición de los defensores del medio ambiente Eva Alarcón y Marcial Bautista, dirigentes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán (OCESP). En medio de la persecución desatada contra los defensores ecologistas, Eva y Marcial fueron dignos sucesores de Rodolfo Montiel, Teodoro Cabrera y Felipe Arreaga, quienes emprendieron desde 1998 una batalla desigual contra el cacique Rogaciano Alba y el mismo Ejército, por la defensa de los bosques.

Aquella noche fatídica, Eva y Marcial se dirigían a la ciudad de México para estrechar los lazos con el movimiento por la paz con justicia y dignidad presidido por Javier Sicilia. De acuerdo con algunos testimonios de pasajeros que viajaban en el mismo autobús, cerca de Tecpan de Galeana había un retén del Ejército que detuvo el autobús para realizar una revisión. Este operativo generó sospechas porque el militar que subió a la unidad, en lugar de revisar a los pasajeros, se empeñó en saber si viajaba con ellos Marcial Bautista. Ninguna persona respondió y ante el silencio de los viajeros, el militar bajó del autobús. Los mismos testigos comentan que kilómetros más adelante, después de cruzar un puente, vieron una camioneta atravesada que impidió el paso del autobús. Al detenerse, observaron que en la orilla de la carretera había otros vehículos parapetados. Ubicaron a varias personas fuertemente armadas,  acompañadas por elementos de la Policía Ministerial. Entre ellos, se encontraba el comandante Cesáreo Espinoza Palma. Al detenerse el autobús, de inmediato subieron los civiles armados en busca de Marcial. Rápidamente lo identificaron y con amagos lo obligaron a bajarse del autobús. En ese instante Eva, quien iba en un asiento de la parte trasera, reaccionó instintivamente para gritar a quienes se llevaban a Marcial que ella lo acompañaría. Su gran valor de no dejar solo a Marcial la impulsó a bajarse del autobús para no permitir que el defensor del medio ambiente quedara solo en manos de sus captores, que portaban armas de grueso calibre. Eva prefirió correr la misma suerte que Marcial porque sabía que su lucha era legal y legítima y porque no escondían intereses turbios ni realizaban un trabajo ilícito.

Ante esta acción delincuencial planeada por militares, policías ministeriales y miembros del crimen organizado se mantiene en la impunidad. Hasta la fecha las investigaciones no han concluido, se han estancado con el fin avieso de no proceder contra los responsables de la desaparición de Eva y Marcial. Este calvario lo han vivido con graves riesgos Coral Rojas hija de Eva Alarcón y Victoria Bautista, hija de Marcial, quienes a su corta edad se han visto obligadas a asumir de manera intempestiva la difícil y peligrosa tarea de exigir a las autoridades del estado que realicen la búsqueda de sus padres e investiguen a los policías y militares que estuvieron monitoreando el paso del autobús en el que viajaban.

Ante la falta de resultados y la tibia intervención del gobernador, Coral y Victoria encontraron el apoyo incondicional del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que las cobijó y dio cobertura a su caso. El liderazgo de Javier Sicilia visibilizó la desaparición de los ambientalistas a nivel nacional e internacional contando con el apoyo de organismos civiles de derechos humanos como Amnistía Internacional así como organizaciones defensoras del medio ambiente. Miles de cartas saturaron los correos de la Presidencia de la República, de la Secretaría de Gobernación y del mismo Gobernador de Guerrero, para exigir la presentación con vida de Eva y Marcial. Con el pretexto de que las investigaciones se concentraron a nivel central, las autoridades del estado se desentendieron y cortaron la interlocución con sus familiares.

Hasta el momento se tiene información que se encuentra detenido el comandante de la policía ministerial   Cesáreo Espinoza alias “el ganzo”, acusado de delincuencia organizada y secuestro, al igual que otro personaje conocido como “Jhony”, sin embargo, ninguno de ellos ha declarado sobre cómo sucedieron los hechos de la noche del 7 de diciembre de 2011, donde policías ministeriales y miembros de la delincuencia organizada bajaron del autobús a Eva Alarcón y Marcial Bautista.

El temor por alcanzar justicia crece en vastos sectores de la población, a pesar de ello, las familias de las víctimas de desaparición no han claudicado en su lucha por encontrar a sus hijos. El ejemplo de las hijas de Eva y Marcial son parte de este movimiento de familiares que han tenido que arriesgar todo con tal de saber la verdad y encontrar justicia. Las autoridades siempre trataran de dar la vuelta la página de las graves violaciones a los derechos humanos para que no se sientan señalados como cómplices de los perpetradores. Lo mejor que pueden hacer es atender y proteger a las familias, pero sobre todo impulsar las investigaciones y sobre todo ejercer acción penal contra los responsables, demostrando con ello, que no hay complicidad con los perpetradores, ni pactos con el crimen organizado.

*Extracto de un artículo del Centro de Derechos Humanos de La Montaña -Tlachinollan. Para leer la versión completa, da click aquí.