Conceden al Centro Prodh «Reconocimiento al Compromiso con los Demás»

*El Centro Mexicano para la Filantropía reconoció el compromiso de 28 años del Prodh con la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas más vulnerables en la sociedad.

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Ciudad de México, 30 de noviembre de 2016. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), obra social de la Compañía de Jesús, fue premiado ayer con el «Reconocimiento al Compromiso con los Demás», que otorga anualmente el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).

El comité del reconocimiento, en esta vigésima edición, valoró el compromiso de 28 años del Prodh con la defensa y promoción de los derechos humanos, civiles, políticos y colectivos de las personas más vulnerables en la sociedad:  mujeres, indígenas, campesinos, migrantes, defensores de derechos humanos y víctimas de represión social.

José Francisco Magaña Aviña, Provincial de la Compañía de Jesús, agradeció la concesión del premio que, indicó, es un reconocimiento de que persisten las violaciones a derechos humanos en México. También valoró el trabajo de quienes conforman al Centro Prodh.

Mario Ernesto Patrón Sánchez, director del Prodh, indicó que el reconocimiento es un impulso para continuar con su labor. Recordó que hace casi tres décadas, un grupo de jesuitas fundó el centro al reconocer la centralidad que los derechos humanos tendrían para la dignificación de México. «Hoy podemos decir que el Centro Prodh ha empeñado sus esfuerzos en ser una organización innovadora y creativa que documenta, defiende y visibiliza casos emblemáticos de graves violaciones a derechos humanos, especialmente de la población más vulnerable y con menos posibilidades de defensa», expresó. «Y sobre todo, siguiendo el espíritu de nuestros fundadores, el Centro Prodh ha centrado su trabajo en los rostros concretos de quienes todos los días padecen la crisis de violencia y corrupción».

Al recordar a los rostros que dan sentido a la labor de centro mencionó a las mujeres hñähñú Jacinta, Alberta y Teresa, condenadas injustamente a 21 años de prisión por una falsa acusación, encarceladas por tres años, absueltas y hoy a la espera de una disculpa pública institucional; a Ildefonso Zamora, defensor de los bosques; a Ángel Amílcar, migrante garífuna torturado y encarcelado sin pruebas; a Claudia Medina, Charly, Denise, Korina y las 11 mujeres sobrevivientes de la tortura en Atenco, cuyo caso está en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. «Y, especialmente, pensamos hoy en las 46 familias de los normalistas de Ayotzinapa, que con fuerza y dolor siguen caminando para encontrar verdad y justicia. Ellas y ellos encarnan lo que nos motiva cotidianamente al trabajo», aseguró.

Mario Patrón ponderó el trabajo de las 30 personas que actualmente conforman el equipo del Prodh y reconoció  a cada uno de los jesuitas que en estos años dirigieron al centro y a las y los profesionistas laicos que en él han trabajado.

El director del Centro Prodh advirtió también que hoy en México se enfrenta una crisis de derechos humanos reconocida internacionalmente «y quizá aún más profunda que la que dio origen al Centro Prodh: la corrupción, la violencia, la impunidad y el despojo afectan a capas cada vez mayores de la sociedad». Ante ello, indicó, el reto para las y los defensores de derechos humanos es acompañar a las víctimas a través de intervenciones serias y profesionales, que no sólo logren revertir la impunidad en casos específicos sino que también develen las causas estructurales de los abusos «con vocación de transformación y respondiendo a rostros concretos más que a banderas políticas».

El Cemefi destacó que el trabajo del Centro Prodh «descansa en punto bien definidos. Saben de la importancia de tener presencia activa en diversas redes que se ocupan del tema, y que es necesario mantener una constante interlocución con las instancias dedicadas a la investigación, e intervenir de manera enérgica y activa en la defensa de casos individuales y colectivos que son relevantes para la sociedad».

Otros personajes reconocidos fueron Julia Narváez Solís, creadora de cajas de ahorro comunitarias en lugares marginados; Esteban Moctezuma Barragán, político y empresario impulor de proyectos a favor de la niñez y los adultos mayores; Pedro Gabriel Chong King y Elizabeth Jones Millard, fundadores del Hospital Infantil de las Californias; y, de forma póstuma, Eugenio Garza Sada, empresario impulsor de obras de educación, ciencia y cultura.