*Se violó presunción de inocencia del ambientalista tlahuica al procesarlo sin ninguna evidencia ni de su participación ni de la existencia del delito, señala amparo.
Ciudad de México, 17 de junio del 2016. La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) no debe impugnar el amparo concedido al ambientalista tlahuica Ildefonso Zamora, en el que se reconoce que no hay ningún elemento para culparlo del delito de robo agravado, señalaron ayer Amnistía Internacional, Greenpeace México y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
El Poder Judicial Federal en el Estado de México señaló en el amparo concedido a Zamora que se violó el derecho humano de presunción de inocencia del activista, declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional, por lo que ordenó que se dicte un nuevo auto de no vinculación a proceso, es decir, que no sea juzgado.
El el Juez Vicente Antonio Bermúdez, del Juzgado Quinto de Distrito en Materias de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, consideró que las pruebas presentadas por la parte acusadora resultan inverosímiles e ineficaces para asegurar que Ildefonso Zamora haya participado en el delito del cual se le acusa, además de que existen dudas incluso de que el hecho ilícito se haya cometido. Sin embargo, si la parte acusadora impugna el amparo, Ildefonso -que acumula ya siete meses de estancia en la cárcel- deberá permanecer en prisión mientras se resuelve. Las organizaciones señalaron que interponer recurso en contra de la sentencia favorable a Ildefonso Zamora supondría prolongar una detención injusta.
Representantes de las tres organizaciones visitaron a Ildefonso Zamora en el Centro de Prevención y Readaptación social de Tenancingo para entregarle mensajes de solidaridad de 34 mil personas que han participado en la campaña #IldefonsoLibre, y conocer su estado de salud pues el defensor ambientalista padece diabetes y tiene una herida que no sana a consecuencia de la detención arbitraria y violenta.
“Haber logrado el reconocimiento de tierras comunales de San Juan Atzingo y combatir la tala ilegal me ha costado muy caro, pero no estoy acabado, porque lo que ya realicé, quedó en los libros de la historia, son y serán huellas imborrables. Sigo firme y con dignidad”, sostuvo Ildefonso Zamora desde la prisión.
«Las autoridades deben reconocer la legítima labor de defensa del Gran Bosque de Agua del cual San Juan Atzingo forma parte y detener la persecución política desatada contra Ildefonso y su familia, quienes desde hace años han denunciado la tala ilegal en su comunidad», insistieron AI, Greenpeace y el Centro Prodh. De acuerdo con el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se estima que unas 38 mil 400 hectáreas del Gran Bosque del Agua han sido destruidas por los talamontes clandestinos.
Ildefonso es originario de San Juan Atzingo, en el Estado de México, donde ha combatido la tala clandestina de los bosques y se ha dedicado a la reforestación, especialmente desde el año 2004, cuando en compañía de Greenpeace presentaron denuncias formales. Esta acción ya le costó la vida de su hijo Aldo: El 15 de mayo de 2007, tras interponer una denuncia por tala ilegal, sus hijos fueron emboscados; Aldo murió y Misael, otro de sus hijos, quedó herido. Hasta el momento dos de los autores ellos han comparecido ante la justicia, los demás permanecen prófugos. Unas semanas después, Ildefonso recibió un premio por su labor de manos del entonces jefe del ejecutivo, Felipe Calderón Hinojosa, además de promesas de justicia.
El 20 de noviembre de 2015, Ildefonso fue detenido por policías ministeriales y trasladado al penal de Tenancingo. Fue acusado de robo agravado a casa-habitación. La defensa ha insistido en que la acusación en contra de Ildefonso se apoya en testimonios fabricados y en un proceso irregular, y la familia ha sostenido que detrás de la acusación se encuentran personajes ligados a los talamontes.