*El proceso fabricado también es una injusticia para Jesús Alfredo Cuen Ojeda, cuyo verdaderos homicidas siguen libres, señalan organizaciones.
Ciudad de México, 10 de junio del 2016. Después de que el pasado 7 de junio, el Juez Quinto de Primera Instancia del Ramo Penal en Culiacán, Sinaloa, notificó a Yecenia Armenta Graciano, sobreviviente de tortura sexual, la sentencia absolutoria que le devolvió su libertad después de casi cuatro años de haber permanecido en el Centro de Consecuencias Penales de Culiacán, Sinaloa, las organizaciones que la acompañan exigieron castigo para quienes la torturaron y justicia en el caso de su esposo, de cuyo asesinato se le inculpó.
Al ser liberada, Yecenia manifestó que tenía muchos sentimientos encontrados: “siento alegría, como que hubiera estado fuera de circulación. Me siento muy emocionada, ahorita lo que quiero es ver a mis hijos”. También dio las gracias por el respaldo recibido y pidió apoyo para “todo lo que pudiera venir”.
Para el Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad, Amnistía Internacional, el Frente Cívico Sinaloense y el Centro Prodh, la libertad de Yecenia es un reconocimiento de que la acusación que empeñó en su contra durante tantos años la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa era insostenible y estuvo basada en una autoinculpación obtenida bajo tortura, documentada a través del Protocolo de Estambul por peritos independientes nacionales e internacionales.
Detenida el 10 de julio de 2012, Yecenia Armenta Graciano sobrevivió por más de 15 horas la tortura física, sexual y psicológica por parte de policías ministeriales de Culiacán, Sinaloa, y fue obligada a declararse responsable del asesinato de su esposo Jesús Alfredo Cuen Ojeda, quien una semana antes había sido privado de la vida en una situación que ella desconoce.
«La injusticia cometida contra Yecenia al ser falsamente inculpada por las autoridades de procuración de justicia es también una injusticia para la familia Cuen Ojeda, pues al día de hoy el homicidio de Jesús Alfredo permanece impune a causa de la ausencia de investigación efectiva. De ahí que la exigencia de justicia sea tanto para Yecenia como víctima de tortura, como para las víctimas del delito por el que ella estuvo injustamente en prisión», puntualizaron las organizaciones.
Desde noviembre de 2014, Yecenia forma parte de la campaña nacional “Rompiendo el Silencio. Todas Juntas contra la Tortura Sexual”, y su rostro ha sido el de la tortura en México en el marco de la campaña internacional “Stop Tortura” de Amnistía Internacional.
El caso fue de conocimiento de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México. En octubre de 2015, la Relatora Especial sobre la independencia de los Magistrados y Abogados, el Relator Especial sobre la Tortura y otros Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes y la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, instaron al gobierno mexicano a proteger sus derechos y libertades. En el sistema interamericano su caso fue expuesto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en marzo de 2015 en el marco de la audiencia temática “Tortura sexual contra mujeres en México”.
A nivel nacional, la tortura y el proceso irregular contra Yecenia fue objeto de pronunciamiento por parte de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sinaloa mediante la recomendación 2/2013 y por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en la recomendación 1/2015.