*Yecenia es parte de la campaña «Rompiendo el Silencio, todas juntas contra la tortura sexual», y es rostro de Stop Torture, iniciativa de Amnistía Internacional (AI).
Ciudad de México, 08 de junio del 2016. Después de casi cuatro años de prisión con una confesión obtenida bajo tortura sexual como única prueba en su contra, Yecenia Armenta Graciano salió ayer de un penal en Culiacán, Sinaloa, donde estuvo encarcelada acusada del asesinato de su esposo.
Yecenia es parte de la campaña «Rompiendo el Silencio, todas juntas contra la tortura sexual», y es rostro de Stop Torture, iniciativa de Amnistía Internacional (AI).
El Juzgado Quinto de Primera Instancia de lo Penal dictó la sentencia absolutoria en favor de Armenta Graciano pues se demostró que su confesión fue obtenida bajo coacción, por lo que carece de todo valor y quedó excluida del material probatorio; además, existieron irregularidades en la investigación del delito y la integración de la averiguación previa, violatorias del debido proceso, consignó el diario El Debate.
Yecenia Armenta fue arrestada en julio de 2012 por policías del estado de Sinaloa; fue violada, asfixiada y colgada de los pies para que “confesara” haber asesinado a su esposo, integrante de una conocida familia política local.
El 15 de febrero de 2013, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa emitió la Recomendación 2/2013 en la que concluyó que “[existe] concordancia entre la sintomatología psiquiátrica que presentó y la descripción que hizo del maltrato que sufrió por parte de los elementos de la Unidad Modelo de Investigación Policial de la Procuraduría General de Justicia en el Estado”, resultado que se obtuvo mediante la implementación del Protocolo de Estambul. Por otro lado, se aportó una prueba pericial del Protocolo de Estambul realizada del 10 al 13 de enero de 2014 por peritos internacionales miembros del Grupo de Expertos Independientes en Medicina Forense del Consejo Internacional de Rehabilitación de Víctimas de Tortura (IRCT) en donde señalan que: “ la Sra. Yecenia Armenta Graciano ha presentado lesiones físicas claramente compatibles y consistentes con los métodos de tortura y malos tratos que presuntamente le han sido infligidos en el día 10 de julio de 2012”.
La CNDH emitió la recomendación 1/2015, en la que pidió al gobernador de Sinaloa que acate las disposiciones emitidas por la CEDH. El organismo demandó que se repare el daño y que las autoridades colaboren en la averiguación previa contra los agentes policiacos involucrados. El caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para fijar los alcances de un amparo ante el uso de la tortura, al atraer el recurso de revisión interpuesto por la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa en contra de un amparo concedido a Yecenia para efectos de investigar la tortura y no considerar su confesión como prueba.
“La increíble crueldad de la tortura que sufrió Yecenia es parte de las actividades diarias de las policías mexicanas, quienes rutinariamente presentan evidencias ilegales en investigaciones penales en todo el país. Su puesta en libertad el día de hoy da una luz de esperanza a aquellas personas encarceladas injustamente en México”, sostuvo Erika Guevara Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional. “El hecho de que ninguno de los torturadores de Yecenia hayan pisado la cárcel demuestra la falta de independencia de las autoridades en este caso. Los perpetradores de estos actos despreciables deben ser llevados ante la justicia y Yecenia debe recibir reparación por el daño sufrido”.