Mientras la ONU llama a Estados a proteger ambientalistas, Ildefonso Zamora sigue en prisión

*El tlahuica defensor de los bosques suma medio año encarcelado bajo un proceso penal irregular. 

Ildefonso Zamora
Ildefonso Zamora

Ciudad de México, 06 de junio del 2016. Mientras tres expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas hicieron un llamado a todos los gobiernos a proteger a las personas defensoras de derechos ambientales y de la tierra con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, en México el defensor de los bosques Ildefonso Zamora sigue encarcelado en un proceso irregular desde hace más de seis meses, a la espera de que se resuelva un amparo que le podría restituir la libertad.

El Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente, John Knox; el Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Michel Forst, y la Relatora especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli Corpuz, enfatizaron que proteger a las personas defensoras de derechos ambientales es crucial para proteger el medio ambiente y los derechos humanos que dependen del mismo.

«En este Día Mundial del Medio Ambiente, queremos subrayar que las personas defensoras de los derechos ambientales deben ser celebradas como héroes por ponerse a sí mismas en riesgo para así defender los derechos y el bienestar de las demás personas. En vez de esto, a menudo son señalados como si fueran enemigos de su país. Los valientes hombres y mujeres que trabajan para proteger el medio ambiente son rutinariamente acosados, amenazados, detenidos ilegalmente, e incluso asesinados, simplemente por oponerse a poderosos intereses económicos y gubernamentales empeñados en explotar y destruir el medio ambiente del que todas y todos dependemos», señalaron en un comunicado.

Ildefonso es originario de San Juan Atzingo, en el Estado de México, donde ha combatido la tala clandestina de los bosques y se ha dedicado a la reforestación, especialmente desde el año 2005. Esta acción ya le costó la vida de su hijo Aldo: el 15 de mayo de 2007, tras interponer una denuncia por tala ilegal, sus hijos fueron emboscados. Aldo murió y Misael quedó herido. El 20 de noviembre de 2015, Ildefonso fue detenido por policías ministeriales y trasladado al penal de Tenancingo en un vehículo particular. Fue acusado de robo a casa-habitación y allanamiento de morada. Su defensa ha señalado que la acusación contra Ildefonso se apoya en testimonios fabricados, un proceso irregular y absurdos como decir que cometió un robo a una casa cuando hay pruebas de que el líder comunitario se encontraba en otro lugar el día de los hechos.

La ONU indicó que durante el último año, la comunidad internacional ha alcanzado un consenso sobre los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible como una hoja de ruta para un futuro más sostenible, próspero y equitativo. «Sin embargo, estos objetivos no pueden cumplirse si quienes están en la primera línea de defensa del desarrollo sostenible no son protegidos. Es irónico que las personas defensoras de los derechos ambientales a menudo son calificadas como ‘anti-desarrollo’, cuando, al trabajar para lograr un desarrollo verdaderamente sostenible, son en realidad más pro-desarrollo que las empresas y los gobiernos que se oponen a ellos», recalcaron los expertos.

Desde 2004, la familia de Ildefonso y la comunidad de San Juan Atzingo presentaron denuncias por tala clandestina ante las autoridades por las que se libraron en ese momento casi 50 órdenes de aprehensión contra talamontes. No hubo detenciones y, en cambio, Misael Zamora fue asesinado en mayo de 2007. Ese mismo año,  el presidente Felipe Calderón otorgó un reconocimiento al mérito ecológico a Don Ildefonso y su comunidad y prometió justicia por el asesinato de Aldo, pero eso no ocurrió. Una de las zonas  que la familia Zamora y la comunidad ayudaron a recuperar con el trabajo de reforestación emprendido hace casi una década es el paraje conocido como El Jaral. Con imágenes tomadas durante este mes de febrero, Greenpeace demostró que las áreas del Parque Nacional Lagunas de Zempoala continúan siendo taladas. Se estima que unas 38 mil hectáreas del Gran Bosque del Agua han sido destruidas por los talamontes clandestinos.

La ONU recordó que los Estados tienen la obligación bajo las normas de derechos humanos de proteger los derechos a la libertad de expresión y asociación de los ambientalistas respondiendo rápida y efectivamente a las amenazas, investigando sin demora los de actos de acoso y violencia, protegiendo la vida de las personas en riesgo, y llevando a los responsables ante la justicia; adoptar e implementar mecanismos que permitan a las personas defensoras comunicar sus quejas, exigir responsabilidades y obtener reparación efectiva por las violaciones a sus derechos, sin temor a intimidación; y deben tomar medidas adicionales para salvaguardar los derechos de los miembros de las comunidades marginadas y vulnerables, especialmente de los pueblos indígenas, que son particularmente susceptibles a los daños ambientales. Actualmente los estados están fallando en cumplir con estas obligaciones.

«La protección de las personas defensoras de derechos humanos ambientales es crucial para proteger el medio ambiente y los derechos humanos que dependen del mismo, y los gobiernos nunca deben olvidarlo», finalizaron los expertos de Naciones Unidas.