*El 21 de mayo se sostendrá la reunión en la sede de la CIDH en Washington para acordar el mecanismo de seguimiento
Ciudad de México, 13 de mayo.- Las madres y padres de los padres acudieron este jueves por la mañana a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para que la Canciller Claudia Ruiz Massieu, acordar el mecanismo de seguimiento a las recomendaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Las familia de los 43 estudiantes de Ayotzinapa reclamaron al gobierno federal su silencio para definir los lineamientos que deberá contener los el “mecanismo de seguimiento internacional” en las investigaciones del caso Iguala.
«No hay un acuerdo de qué día nos va a recibir la Secretaria de Relaciones Exteriores, razón por la cual vamos a permanecer en este lugar esperando que en las próximas horas el subsecretario de Derechos Humanos, Roberto Campa Cifrián, pueda hacer las gestiones y darnos con exactitud la fecha para definir el mecanismo especial», declaró a los medios de comunicación Vidulfo Rosales, del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Ya por la tarde una representación de las familias ingresó a las instalaciones de la Cancillería para la reunión. Se reunieron con el director de Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Erasmo Lara, y con el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa.
El encuentro duró más de dos horas sin llegar a un acuerdo para que los reciba la Canciller Claudia Ruiz Massieu.
Las madres y padres buscan que para el mecanismo de seguimiento haya personas específicamente encomendadas para esta labor, y que el mecanismo vaya más allá de informes periódicos en Washington, sino que se pueda hacer una verdadera tarea de monitoreo.
La reunión con la Canciller tendrá que darse antes del 21 de mayo, día en que se sostendrá la reunión en la sede de la CIDH en Washington para acordar el mecanismo de seguimiento.
Las familias lamentaron que a 10 días de que venza este plazo, el gobierno ha preferido permanecer callado, hecho que cuestiona la declaración gubernamental de aceptar el mecanismo de seguimiento y de permanecer abierto al escrutinio internacional.
Fuentes La Jornada y Reforma