*Los cabellos son de otras personas; en los huesos no fue posible encontrar identificaciones con los análisis hechos.
Ciudad de México, 11 de abril de 2016. No se pudo identificar a normalistas de Ayotzinapa de entre los restos recogidos en el Basurero de Cocula y supuestamente en el río San Juan que fueron enviados al Instituto de Medicina Legal de la Universidad Médica de Innsbruck (IMG), informó este 08 de abril la Procuraduría General de la República (PGR). Específicamente, los cabellos analizados que corresponden a seres humanos no pertenecen a ninguno de los jóvenes desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
El documento entregado por Innsbruck se refería a 53 muestras de ropa y cabellos adheridos a la ropa que se encontraron en autobuses, enviadas al IMG en septiembre de 2015; así como 9 muestras óseas y cabellos, provenientes del basurero de Cocula y 2 muestras óseas de la bolsa que el gobierno sostiene que recuperó del Río San Juan (aunque el Equipo Argentino de Antropología Forense ha denunciado que no estuvo presente durante ese hallazgo ni se ha entregado la cadena de custodia del mismo), remitidas para su análisis en diciembre del mismo año.
La PGR reconoció que no fue posible obtener hasta el momento identificación de perfiles genéticos en la totalidad de las muestras de los restos óseos por las técnicas tradicionales de ADN STR Nuclear, ni ADN Mitocondrial. «El Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruck está aplicando a estas muestras, la técnica de Secuenciación Masiva Paralela cuyos resultados serán recibidos posteriormente», precisó la institución. En cuanto a los cabellos, «el IMG identificó que algunas eran de origen humano y otras de origen animal. En relación con las de origen humano, se les aplicó la técnica de ADN Mitocondrial, por estar cortados y no tener bulbo, obteniéndose una misma secuencia, la cual no correspondió con ninguna de las secuencias de las familias», informó la Procuraduría en su boletín 503/16.
El 7 de diciembre de 2014, la PGR informó que Innsbruck encontró altas coincidencias genéticas entre uno de los restos provenientes de la bolsa que supuestamente recuperó del Río San Juan y la familia de Alexander Mora Venancio; en septiembre de 2015, informó que se encontró coincidencia «moderada» entre otro de los restos de esta misma bolsa y la familia del normalista Jhosivani Guerrero de la Cruz. El EAAF matizó que la identificación del normalista Jhosivani no es definitiva y es baja en términos estadísticos.
Mientras tanto, Amnistía Internacional consideró que la difusión de conclusiones preliminares y parciales sobre un tercer estudio de fuego en el Basurero de Cocula no prueba nada «y sólo juega con el sufrimiento de las familias, negándoles su derecho a la verdad y la justicia». Ericka Guevara-Rosas, Directora para las Américas de la organización, abundó que “lo único que este peritaje de fuego prueba es que, en algún punto en la historia, hubo un fuego o una serie de fuegos en el basurero de Cocula. Durante meses se ha sostenido que en ese lugar habrían sucedido eventos de fuego durante casi una década. Maquillar esos resultados para presentarlos como algo innovador es un enfoque totalmente burdo”.