Un año más sin justicia para Diego Lucero y Alicia de los Ríos

* Ambos fueron víctimas de desaparición forzada durante la Guerra Sucia; Diego Lucero fue ejecutado. 

chrome_2016-01-20_10-37-41chrome_2016-01-20_10-38-10Ciudad de México, 20 de enero de 2016. Este enero se cumplieron 44 años de la ejecución extrajudicial de Diego Lucero y 38 años de la desaparición forzada de Alicia de los Ríos, sin que los delitos de lesa humanidad cometidos en su contra sean resueltos y sin que se tengan noticias del paradero de Alicia.

El 5 de enero de 1978, tras un enfrentamiento entre miembros de la Liga Comunista y agentes de la Dirección General de Policía y Tránsito y de la División de Investigación para la Prevención de la Delincuencia, Alicia de los Ríos Merino fue detenida en la colonia Nuevo Vallejo, del Distrito Federal. A pesar de testimonios de otros detenidos que la vieron con vida en distintas instalaciones de seguridad del Estado, su familia no volvió a saber de ella y el gobierno negó haberla detenido.

El 16 de enero de 1972, en la ciudad de Chihuahua, fue ejecutado extrajudicialmente Diego Lucero Martínez, quien había sido detenido un día antes por integrantes de la policía judicial estatal y luego interrogado por agentes de la Dirección Federal de Seguridad, que encabezaban el capitán Luis de la Barreda Moreno y Miguel Nazar Haro. Sus ejecutores murieron en la impunidad.

«La ejecución extrajudicial de Diego Lucero Martínez, como las de decenas de hombres y mujeres que se comprometieron a transformar la sociedad y enfrentar un sistema anti democrático y autoritario que controlaba y oprimía las luchas populares, es uno de los delitos de lesa humanidad que permanecen impunes», señaló la fundación que lleva el nombre del joven militante.

Durante la Guerra Sucia fueron desaparecidos más de mil 800 hombres y mujeres; la fiscalía creada para resolver estos crímenes obtuvo resultados nulos y posteriormente desapareció. Diversas organizaciones y defensores de derechos humanos han señalado que la impunidad que rodea todavía hoy a estos delitos es uno de los factores que dieron lugar a la epidemia de desapariciones que vive México hoy, en la que cálculos oficiales hablan de más de 26 mil desaparecidos.