* La organización registró al menos 8 asesinatos de activistas en México; Latinoamérica, una de las rgiones más peligrosas.
Ciudad de México, 14 de enero de 2016. Durante el lanzamiento de «Stop the Killings – Front Line Defenders Annual Report 2016» [Basta de asesinatos, Informe Anual 2016 de Front Line Defenders], Mary Lawlor, directora de la organización, describió que «defensores de derechos humanos deben enfrentarse a ambientes cada vez más restrictivos y brutales en cada región del planeta. Cada vez se utiliza más frecuentemente la violencia extrema -y en mayor cantidad de países- mientras que las acusaciones fabricadas y los juicios parciales se han vuelto la norma en muchos lugares del mundo. Quienes tienen en la mira a los defensores han redoblado sus esfuerzos para silenciarles, tanto dentro de sus fronteras como en el ámbito internacional».
Front Line Defenders informa que 156 defensores o defensoras fueron asesinadas o murieron detenidas en 15 países durante los primeros once meses del 2015. Más de la mitad de esos asesinatos, 87 de ellos, tuvieron lugar en Latinoamérica. «Esta situación da cuenta de un incremento general sobre las cifras del año anterior, tanto en el número de asesinatos como en el cantidad de países donde ocurrieron. Se denunciaron asesinatos en Afganistán, Azerbaiyán, Bangladés, Birmania/Myanmar, Brasil, Colombia, Egipto, El Salvador, Filipinas, Guatemala, Honduras, India, Indonesia, Iraq, Libia, México, Nicaragua, Pakistán, Siria, Somalia, Sudán del Sur, Tailandia, Turquía y Yemen», indicó la organización.
El 45% de los asesinatos se relacionan con la defensa de los derechos ambientales, de la tierra y de los pueblos indígenas. Entre los otros grupos tomados como blanco se hallan los defensores que combaten la corrupción y la impunidad y los periodistas y otras defensoras que utilizan los medios de comunicación, incluyendo los medios de comunicación en línea y las redes sociales, para denunciar abusos. También preocupa cómo se hace blanco a las mujeres defensoras, quienes están expuestas no solamente a los riesgos que implica su tarea sino también a la violencia de género, el hostigamiento y la estigmatización, apuntó.
La detención arbitraria y el hostigamiento judicial fueron, por mucho, las tácticas más comúnmente utilizadas por los estados africanos contra las y los defensores, registra el informa.
«Defender los derechos humanos en Latinoamérica siguió siendo una tarea muy peligrosa: persistió la criminalización de la defensa de los derechos humanos y de los movimientos pacíficos de protesta. La cuestión más preocupante sigue siendo la violencia extrema. Los/as defensores/as del ambiente, de los pueblos indígenas y de la tierra son quienes corren los mayores riesgos: fueron víctimas del 41% de los asesinatos de la región. Casi todos los casos tuvieron relación con los denominados megaproyectos, especialmente aquellos conducidos por compañías mineras», detalló la organización.
En el caso de México, se registró el asesinato de Alberto Almeida, Gustavo Alejandro Salgado Delgado, Julián González Domínguez, Miguel Ángel Jiménez Blanco, Rubén Espinosa Becerril, Nadia Dominique Vera Pérez, Norma Angélica Bruno Román y José Isabel Cervantes Ángeles. El caso de hostigamiento a periodistas en Veracruz mereción una mención especial en el informe.