* Nuevo informe de WOLA revela que el aumento del control deja migrantes más vulnerables en el sur de México
Ciudad de México, 17 de noviembre de 2015. La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) afirmó en un nuevo informe que, lejos de disuadir a los migrantes de emprender el viaje hacia el norte, el Programa Frontera Sur de México ha traído un repunte significativo en las detenciones y cambios de rutas que dejan a los migrantes expuestos a nuevas vulnerabilidades, a la vez que los aíslan de la red de albergues establecida a lo largo de las rutas tradicionales.
WOLA sostuvo que desde el anuncio de su lanzamiento en julio de 2014 hasta junio de 2015, el Programa Frontera Sur de México incrementó 71 por ciento las detenciones de migrantes y potenciales refugiados centroamericanos en comparación con el mismo periodo del año anterior. «Con base en investigaciones y visitas durante los últimos dos años a la zona de la frontera sur de México, los investigadores de WOLA han encontrado que el aumento de detenciones y la rápida deportación de los migrantes en México no han coincidido con una mayor capacidad para evaluar a migrantes con el fin de detectar necesidades de protección. Como resultado, muchos son deportados a situaciones peligrosas en sus países de origen», resaltó la organización.
El informe, titulado El control aumentado en la frontera sur de México: Una actualización sobre la seguridad, la migración y el apoyo de EE.UU., resume lo que se sabe sobre el incremento del apoyo monetario de los Estados Unidos para ayudar a México a asegurar su frontera sur, incluida la ayuda militar y sus destinatarios. El informe pide que la futura ayuda de los Estados Unidos vaya más allá de la gestión fronteriza y fortalezca el apoyo para las reformas institucionales de los organismos migratorios, judiciales y de la seguridad pública. Además solicita que el apoyo dé prioridad a la protección de las personas vulnerables y solicitantes de asilo.
“Muchas personas de Centroamérica que están huyendo de la violencia y la persecución probablemente califican para asilo en México», declaró Maureen Meyer, Coordinadora Principal para el Programa de México y Derechos de Migrantes en WOLA. “En lugar de deportarlos rápidamente, el gobierno mexicano debe intensificar sus esfuerzos para evaluarlos adecuadamente paraidentificar a aquellos que necesitan protección, y para conceder asilo a los que califican”.
El informe documenta un aumento en el número de agentes de migración y las fuerzas de seguridad desplegados en el sur de México, así como que un aumento en los retenes móviles y el número de instalaciones aduaneras, además de que los esfuerzos más visibles y agresivos del control han sido las redadas en los lugares que los migrantes frecuentan y las operaciones para prevenir que los migrantes viajen en los trenes de carga, las cuales han provocado preocupaciones sobre el uso excesivo de la fuerza y otros abusos por parte de las autoridades involucradas.
“Si eres un migrante o solicitante de asilo centroamericano, el Programa Frontera Sur te ha golpeado con fuerza, entre otros efectos, ha aumentado cuánto pagas a su pollero”, lanzó Adam Isacson, Coordinador Principal para el Programa de Seguridad Regional en WOLA. “Pero si eres un ciudadano de la zona fronteriza, no has visto ninguna mejora en tu propia seguridad física o bienestar económico. El Programa Frontera Sur no ha afectado el crimen violento, el traslado de drogas a gran escala ni la corrupción que permite que el crimen organizado y la explotación de migrantes prosperan”.
El informe también destaca que el aumento de las detenciones de los migrantes y refugiados potenciales de México no ha resuelto los problemas que llevaron a la «ola» de centroamericanos en la frontera con los Estados Unidos en 2014, pero ha reducido el sentido de urgencia en los Estados Unidos para apoyar a abordar las «causas de raíz» de la migración. A medida que el Congreso de los Estados Unidos sigue debatiendo mayor asistencia a Centroamérica, es crucial que, para que esta ayuda sea eficaz, se dirija a los países u organismos que han demostrado la voluntad política para hacer frente a la violencia, la inseguridad y la pobreza, así como a la corrupción y las instituciones débiles que afligen a los países del Triángulo Norte.