*La violencia expulsa a miles de mujeres de México y Centroamérica, señala en su informe Women on the Run.
Ciudad de México, 29 de octubre de 2015. Miles de mujeres de El Salvador, Honduras, Guatemala y partes de México huyen de sus países debido al aumento de la violencia mortal y descontrolada perpetrada por las pandillas, lo que hace que se vislumbre el riesgo de una inminente crisis de refugiados en las Américas, advirtió la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) este miércoles.
“La violencia perpetrada por los grupos delictivos organizados transnacionales en El Salvador, Guatemala, Honduras y en ciertas partes de México se ha vuelto generalizada”, declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, en Washington D.C. en la presentación del informe Women on the Run (Mujeres en Fuga). “Las dramáticas crisis de refugiados que estamos observando en el mundo hoy en día no están limitadas al Medio Oriente o a África. Estamos viendo cómo otra crisis de refugiados se desarrolla en las Américas”, complementó.
Mientras algunas mujeres huyen hacia los Estados Unidos, muchas otras huyen a países vecinos en Centroamérica y México, donde las solicitudes de asilo presentadas por personas que huyen de El Salvador, Honduras, Guatemala y de partes de México han aumentado de trece veces con respecto a 2008, informó la agencia.
La Agencia de la ONU para los Refugiados hizo un llamado a todos los países de Centroamérica y Norteamérica para que reconozcan la creciente situación de refugiados en la región y establezcan capacidades adecuadas en las fronteras para asegurar la identificación de personas en necesidad de protección internacional.
El informe de la ACNUR se basa en los relatos de 160 mujeres que compartieron sus experiencias de violación, agresión, extorsión y amenazas por parte de miembros de pandillas. Explicaron cómo sus familias se vieron obligadas a lidiar con tiroteos, desapariciones y amenazas de muerte y describieron cómo algunos de sus familiares fueron asesinados o secuestrados y cómo tenían que asistir impotentes al reclutamiento forzado de sus hijos por parte de esos grupos.
Guterres definió el informe como “una alerta temprana para crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan las mujeres refugiadas y un llamado a la acción para responder a nivel regional a una crisis de refugiados que se anuncia inminente”.