*CFE pretendía usarlas para el Proyecto Integral Morelos.
Ciudad de México, 16 de octubre de 2015. Con un amparo que impide la extracción del agua de su río para otros fines que no sean el de la producción de alimentos agrícolas, el ejido de Anenecuilco, en el municipio de Ayala, Morelos, dio un paso al frente en la defensa de su territorio ante el Proyecto Integral Morelos (PIM). Como consecuencia de la decisión judicial, ni la Comisión Federal de Electricidad ni Conagua ni el Gobierno del Estado pueden extraer agua del Río Cuautla para enfriar las turbinas de las termoeléctricas en Huexca.
Los ejidatarios obtuvieron la suspensión de plano en el amparo indirecto 1833/2015, lo que revocó la decisión del Juzgado Segundo de Distrito del Estado de Morelos, que había negado la suspensión.
El Proyecto Integral Morelos (PIM), de carácter energético, involucra a los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala; es la punta del iceberg del proceso de industrialización y minero en la zona oriente del estado de Morelos. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la responsable del proyecto, en el que se invertirán mil 600 millones de dólares que se concesionó a las empresas Elecnor, Enagas y Abengoa.
En el diseño del PIM se involucra a 80 pueblos de Morelos, Puebla y Tlaxcala; consiste en la construcción de dos centrales termoeléctricas de ciclo combinado de 620 megavatios (MW) cada una, ubicadas en la comunidad de Huexca, Morelos; un gasoducto de 160 kilómetros que transportará 9 mil 61 millones de litros de gas al día y cuyo trazo atraviesa a 60 pueblos de estos estados; y un acueducto que transportará 50 millones de litros de agua al día a través de 19 pueblos del municipio de Ayala, Morelos. La imposición de este proyecto causó un descontento social de gran magnitud en los tres estados, organizado en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua, Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDT-MPT).
Tanto habitantes como científicos han advertido que el proyecto es riesgoso, pues cruza zonas altamente sísmicas y de actividad de volcanes, además de que atacará directamente el modo de vida de las comunidades. En el proceso de oposición, al menos seis activistas han sido encarcelados.
El amparo recién obtenido protege a los habitantes de al menos 17 ejidos de los municipios de Ayala y Tlaltizapán, cuyos cultivos dependen del riego del Río Cuautla, y establece que las autoridades no pueden tomar decisión o construir obra alguna que le impida a los campesinos gozar de la dotación suficiente de agua para la producción de sus alimentos.
De esta manera, quedaría prácticamente cancelada la construcción del acueducto que llevaría 500 litros por segundo para enfriar las turbinas de la termoeléctrica.
«Como hemos visto, es necesario recurrir a las instancias superiores de justicia ya que algunos jueces parecen recibir linea de las grandes corporaciones y del gobierno corrupto y emiten resoluciones absurdas», consideró la organización Frentes Unidos en Defensa de Tepoztlán.