Un libro colectivo que pone rostro a los 43 que faltan

* Más de 60 periodistas colaboraron en la edición de La travesía de las tortugas, presentado ayer en el Centro Prodh.

La presentación del libro
La presentación del libro

Ciudad de México, 24 de septiembre de 2015. «Si este libro pudiera llorar, tendría las lágrimas de todos los padres». Así definió don Clemente Rodríguez, padre del desaparecido normalista Christian Rodríguez Telumbre, el libro colectivo La travesía de las tortugas, presentado ayer por el colectivo de periodistas Marchando con Letras.

La obra, en la que participaron 64 profesionales de la comunicación, entre reporteros, fotógrafos y editores, se concibió dar para rostro a cada uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Producto del trabajo voluntario de los participantes, las ganancias recaudadas por el libro irán a dar íntegramente a los familiares de los normalistas desaparecidos.

Los reporteros y reporteras fueron a los hogares de cada uno de los 43 normalistas víctimas de desaparición forzada el 26 de septiembre de 2014 en Iguala. Emiliano Navarrete, padre del también desaparecido José Ángel, señaló que fue muy difícil hablar de la vida de su hijo pero agradeció el esfuerzo de la periodista que cuenta su vida.

Impactados por la magnitud de la tragedia,  los periodistas «decidimos unirnos para aportar algo porque hacer memoria también es una forma de hacer justicia”, dijo la periodista Mónica Ocampo, coordinadora del proyecto.

Editado por Proceso, el libro es una muestra de la solidaridad y generosidad de algunos integrantes del gremio, sostuvieron los presentadores. El Centro Prodh recalcó que coinciden en la perpsectiva del libro de poner en el centro de todo a las víctimas.

Carmen Aristegui señaló que el libro contribuye a mantener con vida la llama y la memoria después de la “frase deleznable” en que se convirtió la “verdad histórica”.

Enmedio de la espiral de violencia que absorbe al país, La travesía de las tortugas pretende “devolverle a esos números una vida, una historia, un lugar, un entorno, unos familiares, un origen, unos sueños, una lucha, una búsqueda”, aseguró Héctor de Mauleón, autor del prólogo.

Para Rafael Rodríguez Castañeda, director de  Proceso, Ayotzinapa le cambia la vida a quien se atreve a mirar su rostro, a quien se atreve a afrontarse con el dolor de madres y padres que lo perdieron todo”.