Migrantes cubanos, «botín» de redes de extorsión

* Denuncia sacerdote Alejandro Solalinde red de corrupción en INM

Migrantes cubanos, en imagen de Sipse de 2012
Migrantes cubanos, en imagen de Sipse de 2012

Ciudad de México, 03 de agosto de 2015. A la vez que son con quienes más se ensaña el sistema migratorio, las personas migrantes cubanas son también la «piedrita en el zapato» de las autoridades corruptas por su nivel de instrucción y organización, señalaron integrantes del Albergue «Hermanos en el Camino», a cargo del sacerdote Alejandro Solalinde.

Para la red de corrupción existente al interior del Instituto Nacional de Migración (INM), las personas provenientes de Cuba que quieren llegar a Estados Unidos  son un verdadero «botín», denunció Solalinde. De acuerdo con información recabada por su albergue, existen fundamentalmente tres formas de extorsión: en la primera, agentes del INM engañan a los migrantes al hacer la llamada telefónica a la que tienen derecho, conservan los datos, incomunican al migrante en tránsito y llaman al familiar en Estados Unidos para decirle que tienen a la persona en algún punto de la Unión Americana y que requieren entre 3 mil y 5 mil dólares para dejarlo en libertad. En la segunda, hacen creer a los familiares que el migrante está secuestrado y exigen un rescate. Y en la tercera, cobran a los migrantes por obtener el oficio de salida que el INM debe otorgar de manera gratuita a aquellos indocumentados que no puede deportar a su país de origen.

Los defensores de migrantes sostuvieron que han recibido cerca de mil quejas de personas de nacionalidad cubana que han sido extorsionadas; el albergue logró documentar alrededor de cien para presentar denuncias ante las autoridades, tanto ante la Procuraduría General de la República (PGR) como ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Los actos de abuso, extorsión, golpes, maltratos y humillaciones se han registrado en las estaciones migratorias de Las Agujas, Iztapalapa; de Acayucan, Veracruz, y en las sedes migratorias Tapachula, Palenque y San Cristóbal de las Casas, en Chiapas.

Solalinde denunció que las autoridades han establecido una relación «de cúpula a cúpula» con la Iglesia, pero que aunque esto tenga sus aspectos positivos, a quienes defienden en el terreno a migrantes -como a él- les niegan el acceso a las estaciones migratorias. Informó que sostuvo una reunión con el presidente de la CNDH, Luis Raúl González, a quien solicitó unconvenio institucional para establecer un canal de comunicación directo con la quinta visitaduría, la cual, dijo, ha sido omisa en la atención de las denuncias.