Siete meses después del crimen contra los normalistas de Ayotzinapa, cientos de ciudadanos lanzaron un reto simbólico al gobierno federal: instalaron en uno de los camellones de Paseo de la Reforma una escultura roja de metal de más de tres metros de altura donde se lee +43
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Fue un mensaje contundente: siete meses después de los hechos en Iguala, Guerrero –que dejaron seis personas ejecutadas, tres de ellos normalistas, y 43 más desaparecidos–, la única conclusión del caso es la impunidad. (La Jornada)