México, DF, 30 de noviembre. Se reunieron por primera vez familiares de los 43 estudiantes desaparecidos con Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, de Argentina, acompañados por integrantes de la organización Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S).
Por los familiares de detenidos-desaparecidos en Iguala Guerrero, participaron Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista; Rafael López, padre de Julio César López; Mario César González Contreras e Hilda Hernández Rivera, padres de César Manuel González Hernández. También estuvieron presentes compañeros de los normalistas desaparecidos, Alexis Pérez, Omar García y Carlos Pérez, estudiantes de segundo año de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Familiares mexicanos y argentinos mantuvieron un encuentro privado después del cual ofrecieron una conferencia de prensa conjunta en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
“Lo que está pasando acá en México es el dolor de todo el planeta”, remarcó Estela de Carlotto. “No no es ajeno lo que pasa en el mundo pero nos conmueve mucho más lo que pasa en Latinoamérica cuando se violan los derechos humanos y sobre todo el derecho fundamental que es el derecho a la vida”.
Emblema mundial en la lucha en contra de la desaparición forzada, Carlotto explicó: Yo estoy hoy acá con dos fines. Uno manifestarles a estos padres, a estas familias nuestro total apoyo, nuestra total solidaridad. Que cuenten con nosotros para acompañarlos, difundir y denunciar esta aberrante situación y llamar al pueblo mexicano a que haga carne, carne propia, de esto que está pasando porque si pasa sin trascendencia el peligro es que siga pasando. Aquellos que son indiferentes por decir a mi no me tocó…cuando desaparece una persona nos toca a todos. Por eso hago un llamado al pueblo para que acompañe las marchas, las luchas.
“Y el segundo llamado es al Estado, al gobierno, insisto, gobierno constitucional. Porque fueron votados y seguramente en las campañas prometieron muchas cosas buenas. Esto que ha sucedido es muy malo y es el Estado el que tiene la obligación de colaborar en el retorno de estos jóvenes cuyos familiares, cuyos padres, cuyas madres están esperando día tras día”.
Recordando su propia experiencia, Carlotto recordó que después de 36 años de lucha logró encontrar a su nieto. “Quiere decir a luchar porque se puede. Mi mensaje es de optimismo, de amor, paz. No es necsaria ninguna violencia para conmover a estas conmover y unidos, dándonos las manos, mucho más. Pongo a disposición de ellos toda nuestra experiencia y decirles que no aflojen, que no desmayen. La voluntad mueve montañas y cuando uno tiene fe hay resultados”.
A su turno, Cristina Bautista Salvador agradeció el apoyo y pidió “que no nos dejen solos. Que nos sigan apoyando para encontrar a nuestros hijos. Porque el presidente no puede buscar a nuestros hijos, sigue poniendo pretextos, que los papeles, que no presentamos una relación completa y que nosotros tenemos la culpa. Es culpable él porque no piensa en avanzar, no se da cuenta de que nosotros estamos sufriendo”.
Rafael López, padre de Julio César López, remarcó que “se deben unir fuerzas para que nos ayuden porque solos no podemos y el gobierno no nos ayuda.”. Denunció que “el gobierno nos los quiere entregar muertos a los muchachos (…) El gobierno son los culpables de que nuestros hijos ya pasan de dos meses y no sabemos nada de ellos. No sabemos si comen o no comen. Nos preocupa, nos duele como estén; si estén enfermos, tengan frío. Estamos adoloridos. Esperemos que nos apoyen para que no siga esto”.
Mario César González, padre de César Manuel González, afirmó “desgraciadamente mejor de otros países han venido a brindarnos su apoyo y brindarnos palabras de aliento. Enojados estamos porque el gobierno no ha hecho nada por buscar a nuestros hijos. Estamos hartos de que los estén buscando en fosas y que nos quiera entregar muertos”.
Y siguió “escuché decir a Enrique Peña Nieto que quiere paz y armonía. A lo mejor él la puede tener porque nosotros no tenemos paz ni armonía”. Agregó que el presidente ya les prometió a ellos otros diez puntos “y ni eso ha cumplido”.
“Yo en verdad era indiferente de todas las cosas que pasaban en el país y ahora que me tocó a mí…que nos apoyen, que nos apoyen a buscar a nuestros hijos que es lo único que queremos. Nuestras marchas son pacíficas, el mismo gobierno nos mete inflitrados y después nos echa la culpa a nosotros como revoltosos. No somos revoltosos, somos padres heridos que queremos encontrar a nuestros hijos. Para nosotros los pobres lo más preciado son nuestros hijos”.
Como dirigente estudiantil de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, y sobreviviente de los ataques de Iguala, participó Omar García. Destacó que aunque parezca distinta la realidad que llevó a la conformación de Abuelas de Plaza de Mayo, aquí ahora “estamos viviendo otro tipo de dictadura. La policía anda hostigando a cualquier estudiante que se solidarizad diciéndoles que les va a pasar lo mismo”.
Agregó “estamos viviendo una etapa de no retorno. Estamos tratando de articular un movimiento nacional. No corresponde únicamente a nosotros y a los padres de familia afectados organizar y proponer alternativas de cambio para este país. Corresponde a todos los ciudadanos y a toda la población porque a todos nos duele, a todos nos ha movido el 26 de septiembre.
Cuando las personas dicen que no nos van a dejar solos o les pedimos que no nos dejen solos, estamos gritándoles que no podemos solos. Apelamos a la comunidad internacional a que se solidaricen y no dejen de lado el problema en México. Es un problema muy grande el que estamos afrontando como sociedad mexicana”.
“Sabemos que ha sido crucial el apoyo internacional que nos han dado pero ninguna como las personas que sienten en carne propia la desaparición forzada”. Pidió a la prensa mexicana “tienen que asisitr a Guerrero para que entiendan. Se tienen tomados 20 municipios y ya se conformaron 5 consejos, y demostraremos a Enrique Peña Nieto que eso funciona mucho mejor que sus diez medidas”.