Uncategorized — noviembre 4, 2014 at 9:00 am

Crece la indignación a un día de la jornada por Ayotzinapa

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*Inicia una nueva jornada de protestas; la jornada del 5 de noviembre empieza a tener expresiones contundentes 

México, DF, 4 de noviembre. Después de una marcha nacional el pasado 8 de octubre y una acción global el pasado 22 de octubre, la sociedad mexicana se dirige a una nueva jornada de protestas sin paralelo en los años recientes. Así la jornada del 5 de noviembre empieza a tener expresiones contundentes como las de la Asamblea Interuniversitaria que ha llamado a un paro nacional de 72 horas para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Así, en vísperas de esta tercera jornada, los llamados y las acciones se empiezan a multiplicar.

Ya desde el inicio de la semana empezó a tener un importante impacto en redes sociales la iniciativa #43×43, en la que se agrupan cerca de 85 organizaciones sociales, estudiantiles y defensoras de los derechos humanos del Estado de Guerrero que han dado inicio este lunes a una marcha que partió de Iguala y que llegará al Zócalo de la Ciudad de México el domingo 9 de noviembre, después de hacer paradas en distintas localidades. Pero no se trata de acciones aisladas. Otro ejemplo es que el día de hoy en conferencia de prensa en el Centro Prodh se anunciará por parte de distintas organizaciones civiles y religiosas la Jornada Ecuménica de Solidaridad con Ayotzinapa “43 horas de ayuno y oración por los 43”, que iniciará el 4 de noviembre a las 6 pm y finalizará el jueves 6 de noviembre a la 1 pm.

Por otra parte, ayer mismo se anunciaban los acuerdos de la III Asamblea Nacional Popular (ANP) que se reunió en la Normal de Ayotzinapa y que pretende articular un movimiento de carácter nacional para reivindicar la presentación con vida de los 43 jóvenes desaparecidos a través de distintas acciones políticas, como son la toma de municipios, la creación de consejos municipales populares, elimpulso de guardias comunitarias y ciudadanas y el juicio político público en contra de Enrique Peña Nieto, Emilio Chuayffet y Juan Díaz de la Torre.

Mientras tanto el descontento social se expresa a través de las representaciones sociales más disímbolas. Por una parte los padres de los jóvenes expresaron nuevamente su molestia con las autoridades federales tras una reunión en la que fueron atendidos por funcionarios federales encabezados por el comisionado nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido García a la que los familiares calificaron de “una pérdida de tiempo; otra vez nos hicieron perder el tiempo, no hay avances”. La reunión, citada para conformar la comisión mixta de seguimiento del caso con la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República, no resultó fructifera y sólo incrementó la molestia de los padres de familia que afirmaron que “a partir de hoy los días están contados, hasta que regresen nuestros hijos”.

Esta molestia no es sólo privativa de los sectores más politizados. Incluso el comediante Eugenio Derbez, expresó que «Ayotzinapa es la punta del iceberg». También reivindicó la afirmación popular que cobra fuerza en días recientes en torno a la responsabilidad estatal al afirmar que «el gobierno está involucrado en esto».  También se declaró avergonzado de vivir en un país en donde «ni siquiera el presidente es capaz de poner orden».

Todo esto cuando todavía falta un día para la tercera jornada global de protestas.