Información Sididh, La edición de hoy, Uncategorized — octubre 22, 2014 at 9:00 am

Mario Patrón asume la dirección del Centro Prodh

*José Rosario Marroquín concluyó satisfactoriamente su periodo como director; decisión «reafirma la apuesta de la Compañía de Jesús por la defensa de los derechos humanos»

Mario Patrón
Mario Patrón, luego de ser nombrado director del Centro Prodh

México, DF, 21 de octubre. José Rosario Marroquín Farrera concluyó satisfactoriamente su periodo como director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), el cual contó con importantes logros institucionales. En este sentido, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús anunció que Mario Ernesto Patrón Sánchez, quien fuera subdirector de la institución hasta ayer, asumirá la titularidad de la dirección del Centro Prodh.

A través de un comunicado, se informó que el nombramiento de Mario Patrón, quien tiene una larga relación con el Centro Prodh así como una destacada trayectoria en organismos civiles y públicos de defensa de derechos humanos, “reafirma la apuesta de la Compañía de Jesús por la defensa de los derechos humanos, así como por una institución que se ha ganado un lugar como referente de profesionalidad y entrega”.

“Para la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, y para el Centro Prodh esta decisión es una muestra de confianza en un equipo profesional para el cual el fruto más preciado de su trabajo es la cercanía con las personas a quienes la institución acompaña y defiende”, puntualizó el escrito.

Mario Patrón se convertirá en el octavo director de la organización fundada en 1988 por la Compañía de Jesús en 1988. Anteriormente, el Centro Prodh fue dirigido por los jesuitas Jesús Maldonado, David Fernández, Edgar Cortéz, David Velasco, Luis Arturo Macías, Luis Arriaga Valenzuela y, como se mencionó anteriormente, José Rosario Marroquín.

Ángel y Claudia dirigen unas palabras al Centro Prodh
Ángel y Claudia dirigen unas palabras al Centro Prodh

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez fue creado para defender, promover e incidir en la vigencia y el respeto de los derechos humanos en el país, y actualmente, es una organización consolidada en la que diariamente se trabaja desde una perspectiva multidisciplinaria en la defensa de los derechos humanos de los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

Algunos casos representativos de la organización son la defensa, absolución y liberación de las personas encarceladas por sus vínculos con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1995; la defensa y excarcelación de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, los campesinos ecologistas en 1999 y cuyo caso derivó en una condena al Estado mexicano en 2010 por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH).

Asimismo, en 2009 y 2010 el Centro Prodh trabajó en la defensa, absolución y liberación de Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González, mujeres indígenas otomíes falsamente acusadas de secuestrar a seis agentes de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) y quienes este año obtuvieron sentencias favorables por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA) para que el Estado mexicano repare integralmente el daño.

De igual forma, la organización acompañó a José Ramón y Pascual, los defensores comunitarios del agua; y a Hugo Sánchez Ramírez, joven indígena falsamente acusado de secuestro, ambos casos presentados ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Y recientemente, el Centro Prodh participó en la defensa y liberación de Israel Arzate Meléndez, acusado de participar en la masacre de Villas de Salvárcar; y de Ángel Amílcar Colón Quevedo, defensor de derechos humanos afrohondureño criminalizado por ser migrante en tránsito.

También es importante mencionar que el Centro Prodh acompaña los casos por desaparición forzada y ejecución extrajudicial —del periodo conocido como Guerra Sucia— de Alicia de los Ríos, David Jiménez Fragoso, Diego Lucero, la familia Guzmán Cruz y de Martha Camacho. Además, defiende actualmente casos relevantes sobre el uso de la tortura sexual por parte de agentes del Estado, como el de las mujeres denunciantes de Atenco y el de Claudia Medina Tamariz, quien a través de la tortura sexual fue incriminada por parte de elementos de la Marina en delitos contra la salud.