El migrante y activista hondureño Ángel Amílcar Colón Quevedo señaló que la discriminación racial en su contra por el hecho de ser afrodescendiente fue uno de los elementos que facilitaron los abusos que padeció a manos de la policía mexicana, cuyos agentes lo torturaron para obligarlo a inculparse de delitos que no cometió.
“Me trataban de ‘pinche negro colombiano’, de ‘puerco’. La manera en que lo expresaban y utilizar la frase ‘negro’ es sinónimo de que ya era una cuestión racial”, lamentó. La Jornada