Información Sididh, La edición de hoy, Uncategorized — junio 4, 2014 at 8:50 am

Políticas migratorias en México: «detención como regla y no como excepción»

*Sin Fronteras documentó 86 mil 929 personas personas detenidas en 2013, en su mayoría provenientes de Centroamérica

Por Olivia Vázquez Herrera

Presentación del informe | Foto: Olivia Vázquez H.
Presentación del informe | Foto: Olivia Vázquez H.

México, DF, 3 de junio. Cuando las personas migrantes a su paso por México son detenidas y retenidas en estaciones migratorias y son víctimas de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, no tienen acceso a la verdad, justicia y reparación, debido a que “las políticas migratorias en México consideran la detención como regla y no como excepción”, denunció Perseo Quiroz Rendón, director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) México.

Durante la presentación del informe La ruta del encierro. Situación de las personas en detención en estaciones migratorias y estancias provisionales, elaborado por Sin Fronteras IAP, Quiroz Rendón señaló que el Estado mexicano tiene la obligación de brindar alternativas a la detención y generar legislaciones acorde al derecho internacional en materia de migración, pues las actuales políticas públicas orillan “a las y los migrantes a tomar rutas peligrosas que los dejan en situación de vulnerabilidad que derivan en violaciones graves a sus derechos humanos”.

En este sentido, Elba Coria Márquez, asociada regional de la Coalición Internacional contra la Detención (IDC por sus siglas en inglés), advirtió que las políticas migratorias vigentes no dan resultados y que generan serias violaciones a derechos humanos. Prueba de ello es que el gobierno ha pasado de restringir la libertad de tránsito a la privación total de la libertad de las y los migrantes, dando lugar también a violaciones a la “presunción de la libertad”, es decir, que las personas puedan llevar sus procesos legales en libertad.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración (INM), en 2013 fueron detenidas 86 mil 929 personas, en su mayoría provenientes de Centroamérica, de las cuales 72 mil 856 son hombres, 14 mil 073 son mujeres y 9 mil 893 son menores de edad; quienes estuvieron asegurados en alguna de las 31 estaciones migratorias del país o en cualquiera de 26 estancias provisionales.

Sin Fronteras documentó 147 casos de personas detenidas en las estaciones y estancias del Distrito Federal y Oaxaca, para la realización del informe, el cual revela que las y los migrantes han sido víctimas, durante su detención, de amenazas y discriminación por parte de miembros del INM e incluso de la Policía Federal, ya que “al ser la migración un tema de ‘seguridad nacional’ permite su criminalización”, declaró Mónica Oehler Toca, abogada de la organización.

La falta de información en las estaciones y estancias del INM es una constante denuncia por parte de las personas que se encuentran aseguradas, ya que afirmaron que no se les indicó que tenían derecho a defensa jurídica, a solicitar asilo, a tener acceso a un intérprete o traductor en caso de no hablar español, a recibir asistencia consular ni tampoco son informados sobre el tiempo que durará la detención (entre 15 y 60 días aproximadamente en el caso de las estaciones; y el de las estancias de no más de siete días), es decir, son víctimas de violaciones al derecho al debido proceso.

Oehler Toca señaló que los centros migratorios presentan deficiencias que repercuten en la salud física y mental de las personas aseguradas: Los espacios son reducidos, por lo que la ventilación e iluminación de estos es poca o nula. Las y los entrevistados declararon que cuentan con tres comidas al día, pero que no hay dietas diferenciadas y que hay veces que no tienen agua. La falta de artículos de higiene personal, vestimenta, actividades recreativas y de contacto con el exterior, son de las principales quejas de las personas detenidas.

También es importante destacar que los niveles de hacinamiento son altos, por lo que a veces es difícil que los llamados “grupos vulnerables” —como mujeres, niñas, niños adolescentes, personas con capacidades diferentes, entre otros— cuenten con espacios que se adecuen a sus necesidades. La abogada de Sin Fronteras señaló que las y los entrevistados sufren además de un “duelo migratorio”, que consiste en la pérdida de identidad, de tradiciones, cultura, costumbres y otros rasgos propios.