Verónica Razo Casales caminaba afuera de su casa, en la delegación Cuauhtémoc de esta capital, cuando fue detenida por policías federales vestidos de civil que horas más tarde la llevaron a una oficina gubernamental donde la humillaron, golpearon y torturaron sexualmente para que se declarara culpable de secuestro. “Mamá, nos acusan con una banda, que de secuestro, de delincuencia organizada», narra Austreberta, madre de Verónica quienes se sumaron a la campaña “Rompiendo el silencio. Todas juntas contra la tortura sexual”. Cimacnoticias