Uncategorized — mayo 12, 2014 at 9:40 am

“Esos de los derechos humanos son defensores de delincuentes…”

*Opinión | Víctor H. Carlos | Centro Prodh

Aspectos de marcha convocada por Centro Prodh en 2013
Aspectos de marcha convocada por Centro Prodh en 2013, DF.

México, D.F.- A quienes nos dedicamos a la defensa y promoción de los derechos humanos, constantemente nos toca ser señalados y señaladas como defensores de delincuentes, es una frase hecha, un dicho conocido, una de las primeras cosas que me responden cuando pregunto a un grupo, que recién se acerca al tema de derechos humanos, qué saben sobre eso.

No voy a desmentir este prejuicio, propongo mejor las siguientes preguntas y reflexiones.

Qué haría usted si un día entran a su casa, le llevan preso unos encapuchados, lo torturan, lo amenazan con lesionar a sus familiares, cuando menos lo piensa, ya está siendo presentado ante los medios de comunicación con un grupo de personas que no conoce y frente a usted un sin número de armas, drogas y artefactos.

Aún está confundido por los golpes recibidos, medio escucha que lo señalan como el múltihomicida líder del cartel del sapo.

Del otro lado de la televisión, la sociedad lo mira, le observa despeinado, asustado, golpeado, con la ropa mal puesta. El comunicador en turno, sin tener mayores elementos, agrega adjetivos a lo dicho por las autoridades policiacas, dice que usted es un asesino, la escoria de la sociedad, casi casi lo sentencia a muerte.

Usted quisiera gritar que no es cierto, que ha sido torturado, que están engañando a la sociedad en un circo continúo donde usted es en realidad la víctima.

La sociedad ya ha dado su veredicto, usted es culpable y se le nota, cómo no lo va a hacer si está con toda esa gente, con esas armas, el señor de las noticias ya lo dijo.

Luego otra frase común: eso sólo le pasa a quienes andan metidos en “algo”.

Todos los días pasan situaciones parecidas en México, personas inocentes son convertidas en culpables por un sistema sin escrúpulos y también, hay que decirlo, por una sociedad desinformada.

¿A quién pueden recurrir dichas personas? ¿Dónde pueden ser escuchadas y documentado su caso? ¿Quién les puede acompañar a enfrentar a todo ese andamiaje de corrupción y negligencia?

Es ahí donde las organizaciones de la sociedad civil, esos de los derechos humanos, intervienen, realizan su trabajo con pocos recursos y aún a contra corriente denuncian las situaciones injustas.

Considero que es preferible no esperar a que una situación parecida le suceda a alguna persona cercana o a nosotros mismos para empezar a ver las cosas de manera diferente.

Nombres como el suyo o el mío han sido llamados delincuentes, Teodoro, Claudia, Doña Conchis, Ángel, Israel, Rodolfo, Hugo, Jacinta, José Ramón, Teresa, Pascual, Alberta, todas y todos ellos han sufrido el abuso del poder por parte del Estado, sus casos son sólo un ejemplo, de cientos, miles de casos donde los derechos humanos han sido vulnerados.

El Estado mexicano debe dejar de fabricar culpables, la sociedad, exigir un sistema de justicia confiable y unos medios de comunicación que bien informen y no contribuyan a la especulación y el escarnio.

Podría, a partir de hoy, preguntarse ¿qué habrá pasado con dicha persona antes de juzgar y condenar? Hagamos el intento.