A golpe de movilizaciones y reclamos, los indígenas guerrerenses le arrancaron al gobierno el abasto de granos básicos para los damnificados por el huracán Manuel, pero las demandas de vivienda, salud e infraestructura siguen sin resolverse.
“Esta gente nomás nos está queriendo ver la cara”, “ya basta de esperar”, indígenas, agrupados en el Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña de Guerrero. Desinformémonos