*OSC lanzan campaña en redes sociales para informar sobre la explosión y la impunidad del caso
Por Olivia Vázquez Herrera
México, DF.- Previo a las actividades del 8º Memorial del siniestro ocurrido en la mina Pasta de Conchos, la organización Familia Pasta de Conchos, el Centro Prodh, el Equipo Nacional de Pastoral Laboral y el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), difundieron en redes sociales una serie de postales informativas que precisan datos sobre la explosión, así como de las irregularidades con que la mina operaba.
Las diferentes postales se realizaron en el contexto de la campaña «Por una cuerda de vida para los mineros del carbón y sus familias», y llevan por títulos las siguientes interrogantes: ¿Sabes quiénes somos? ¿Sabes por qué explotó la Mina 8, Unidad Pasta de Conchos? ¿Sabes qué maquinaría era utilizada en Pasta de Conchos? ¿Sabes cómo estaba construida la mina? ¿Sabes quién es Francisco Javier García de Quevedo? Las postales se pueden encontrar en @CentroProdh y en facebook.com/familia.pastadeconchos.
Como parte de la búsqueda de justicia por parte de las familias, y bajo el lema “Rescatar a los vivos para honrar a los muertos”, las postales buscan informar las causas de la explosión y del derrumbe de la mina, y dar a conocer que “jamás se les ha fincado responsabilidades a los culpables de las muertes de los mineros por obligarlos a trabajar en condiciones inseguras e insalubres”.
Las organizaciones expresaron, a través de dichos productos comunicativos, que la vida y la salud de los empleados de Grupo México —dueños de la mina donde ocurrió el accidente en 2006— “era un gasto monetario que no estaba dispuesto a invertir”, ya que la empresa no realizó “pruebas de incombustibilidad” para evitar posibles explosiones por acumulación de gas a causa de la producción de carbón.
Es preciso recordar que el accidente que ocurrió en Pasta de Conchos fue ocasionado por la acumulación de gas metano al interior de la mina, lo que provocó que éste explotara debido a la mala ventilación y a los bajos volúmenes de aire limpio.
De igual forma, las organizaciones mencionan en las postales, que la empresa Industrial Minera México de Grupo México, no realizó verificaciones periódicas ni le daba mantenimiento constante a los equipos de trabajo —los cuales, además, estaban prohibidos por la norma de calidad vigente en ese momento—.
De acuerdo con los trabajadores de la mina, ellos mismos eran quienes elaboraban las piezas y arreglaban el equipo, pues, como éstos ya se encontraban descontinuados, ya no había refacciones ni quien los reparara.
Además, la infraestructura, de la mina se encontraba en malas condiciones, ya que los arcos de madera“no tenían separadores para evitar que cayeran (…) reutilizaban las vigas vencidas y retiraban arcos completos para reutilizarlos en las frentes de trabajo con el fin de bajar los costos de producción”. En este contexto, ante una explosión, los derrumbes sobrevienen inmediatamente y dificultan la salida de posibles sobrevivientes.
Aunado a lo anterior,se encuentra en circulación una postal con información acerca del documental “Voces del subterráneo” con el fin de mostrar a la sociedad —de manera más visual— cómo ocurrió el siniestro y cómo desde el accidente, la familias emprendieron un camino en busca de justicia.
Finalmente, las organizaciones expresaron su indignación ante la decisión de la empresa y el gobierno, en 2007, de suspender las labores de rescate de los 63 cuerpos que aún siguen dentro de la mina e informaron que no van a detenerse hasta que se honre la memoria de todos los trabajadores que han perdido la vida en minas legales, ilegales y clandestinas. Importante recordar que el caso se encuentra en etapa de admisibilidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y se espera que sea aceptado a la brevedad.