Cruzada contra el hambre ¿Simulación para acabar con la pobreza?

 

El tema de la pobreza es un tema toral en nuestro país. La pobreza es una limitación de oportunidades para la persona y la sociedad que produce enorme sufrimiento en quien lo vive y además quita la posibilidad de desarrollar lo mejor a nivel individual y comunitario.

No resulta inútil preguntarnos si es posible terminar con la pobreza. Existen muchos prejuicios al respecto, una idea común y más corriente, es considerar a los pobres como quien se ha ganado esta situación por ser flojos.  No es difícil encontrarse con personas que afirmen que siempre habrá pobres. Sin embargo, existe también la convicción de grandes pensadores o instituciones de que es posible cambiar las circunstancias de nuestra realidad. Un ejemplo es el primer objetivo del milenio, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que estable la disminución en 50 por ciento de la pobreza extrema y del hambre antes del 2015.

Los datos oficiales sobre el hambre en nuestro país son de 7.4 millones de personas en pobreza extrema y con carencia por acceso a la alimentación. La medición multidimensional de la pobreza consiste en medir por ingresos y por carencias sociales (educación, salud, condiciones de la vivienda, alimentación, calidad de la vivienda y seguridad social). Los últimos datos con los que contamos son del año 2010 y ahí muestran que las personas en pobreza extrema son 11.7 millones.

Las personas que no alcanzan la línea de bienestar mínimo son las que están en pobreza extrema; esto significa que con sus ingresos no alcanzan a adquirir la canasta básica, que ya de por si es raquítica. En este sentido, es que la cruzada resulta insuficiente, pues mínimo faltarían otros 3.4 millones de personas.

La caracterización de la persona que padece  hambre está relacionada con la incapacidad de adquirir todas las calorías necesarias para desarrollar una vida saludable en la que pueda trabajar  suficientemente para ganarse la vida.

Sin embargo, esta caracterización es muy limitada. La pobreza extrema y el hambre están relacionadas en nuestros municipios más pobres con los cacicazgos, los monopolios, el control político partidista, los intermediarios comerciales, la atomización social, la corrupción que hace muy ricos a los políticos, el analfabetismo y la represión a la protesta, entre otros elementos. Si un campesino produce lo suficiente, pero “el coyote” se lo compra muy barato, el presidente y los regidores se quedan con la mayoría del presupuesto y así una serie de circunstancias provocadas por las condiciones enumeradas hacen que se reproduzca la miseria y el hambre.

El programa gubernamental será solamente una repartición de dádivas si no observa y atiende todo el conjunto. La sociedad civil habrá de ser muy crítica con esta nueva cruzada para que no se convierta solamente en un programa social más, que sólo sirva para favorecer ciertos intereses políticos del partido en el poder, como parece que se está perfilando.