La Fundación Diego Lucero y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez emitieron una acción urgente este lunes después de que el pasado 29 de noviembre, integrantes de la familia Guzmán Cruz –peticionarios ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos por la desaparición forzada de cinco de sus integrantes durante la llamada guerra sucia en México- denunciaron el robo de documentos relacionados con este caso.
Familiares de Abdallán Guzmán Cruz, quien ha mantenido viva la exigencia de justicia en el caso de la desaparición forzada de sus familiares ocurrida en 1974, aseguraron que el jueves pasado, arribó a su domicilio en Tarejero, Michoacán y se percataron que alguien había entrado a su domicilio puesto que en éste reinaba el desorden. Al revisar sus pertenencias, se dieron cuenta que en la habitación de Abdallán faltaba dinero en efectivo, una computadora, una cámara de video, documentos históricos y sobre todo, papeles relacionados con la petición que ha hecho esta familia ante el Sistema Interamericano de admisibilidad del caso de desaparición forzada. En ningún otro espacio de la casa había huellas de robo de otros elementos.
El pasado mes de octubre, también se registró un incidente, cuando una camioneta se impactó en la puerta principal de la casa familiar, este hecho también ha sido reportado a las autoridades competentes.
Ante esta situación de allanamiento del domicilio de Abdallán tanto la Fundación Lucero como el Centro Prodh hacen un llamado a la sociedad civil a manifestar a las autoridades competentes tanto del estado de Michoacán como las federales su exigencia para garantizar la seguridad de todos los miembros de la familia Guzmán Cruz y aclararlos delitos cometidos contra esta familia.
También señalaron que en anteriores ocasiones los integrantes de la familia Guzmán Cruz han sido hostigados por su exigencia de justicia sobre las desapariciones contra algunos de sus integrantes. Dos días antes del último incidente una persona que se presentó como la licenciada Marta Patricia Valadez, de la Coordinación General de Investigación de la PGR, se comunicó con Abdallán, señalando querían entrevistarse para informar “sobre los avances de la investigación por desaparición forzada”. Dicha persona refirió detalles sobre los familiares quedando claro que conocía los teléfonos y domicilios de sus distintos integrantes, revelando así que son objeto de vigilancia constante. Además la familia ha sido clara con las autoridades en que las comunicaciones deben enterarse con las organizaciones que acompañan el caso y no de forma directa. Igualmente en el año 2008 fueron víctimas de vigilancia, hostigamiento y dos cateos ilegales por parte de integrantes del ejército mexicano, hechos a los que precedió un robo a la casa”.