Cuando el río suena…

ATENCO NO SE OLVIDA
ATENCO NO SE OLVIDA / Foto: MMJ

Desde días pasados, estudiantes de diversos lugares del país han sido descritos con una serie de adjetivos que, desde mi parecer, pondría en duda. Los encabezados de algunos diarios, tanto locales como nacionales, así como medios de comunicación electrónica, se han leído y oído de esta forma: “Estudiantes realizan bloqueo en Michoacán”, “estudiantes secuestran autobuses”, “grupos de acarreados”, “estudiantes apolíticos”. Esto, por ejemplo, sucedió en marzo, cuando estudiantes de la Escuela Normal de Tirepetío, Michoacán, tomaron 27 autobuses de pasajeros para presionar más en sus demandas: la asignación de plazas a los egresados de las ocho escuelas de la entidad, incremento al monto de las becas y de la matrícula.

También está el caso de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, quienes ante la visita del candidato a la Presidencia de la República Enrique Peña Nieto a su casa de estudios el pasado 11 de mayo, le reclamaron que «Atenco no se olvida» y le hicieron ver que no lo querían, que no era su candidato. Sin embargo, hubo algunas autoridades de la propia universidad que desconocieron la postura de los estudiantes y, por supuesto, medios informativos que reprodujeron la nota con graves sesgos.

Más allá de los intentos de boicot mediático, las protestas de la Ibero parecen ser el inicio de un parteaguas para un “movimiento” estudiantil que hacía mucho tiempo no se veía en este país: los universitarios de la Ciudad de México están unidos, aún sin importar si son de la Ibero, UNAM, POLI, ITAM, etc. En realidad, ya no importa si fue la Ibero o la UNAM o alguna otra institución superior, quien comenzó a potencializar la construcción de ciudadanía; lo que importa es la conciencia que se está gestando en los jóvenes, las ganas de participar y de hacer valer su voz.

Me permito reconocer esta declaración que hace el Dr. José Narro Robles, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México para el diario Vanguardia: «Los jóvenes no están desinteresados en los asuntos del país». Los jóvenes piensan, se involucran y también quieren lo mejor para el país,  tienen capacidad y memoria, así como el derecho a la libertad de expresión. Muestra de esto fue la llamada «Marcha AntiPeñaNieto» del sábado pasado, misma que se dio de manera pacífica, centrada y con claras referencias: todos sabían a que iban y sin camisa de ningún partido político.

Las y los estudiantes nos han llevado a reflexionar que construir ciudadanía no sólo es cada 6 años; construir ciudadanía no es sólo votar,  los jóvenes, universitarios o no, no son sólo para ir a encuestar quién es el candidato idóneo, no son títeres.