El día de ayer, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y la Casa del Migrante de Saltillo, presentaron el Cuaderno sobre Secuestro de Migrantes, que rescata datos y testimonios de esta problemática en México.
En conferencia de prensa, el Padre Pedro Pantoja, asesor de la Casa del Migrante de Saltillo, José Rosario Marroquín director del Centro Prodh, Ana Lorena Delgadillo Asesora de Fuerzas Unidas por Nuestras Desaparecidas y Desaparecidos en Coahuila y México (FUUNDEM), explicaron la importancia de este Cuaderno sobre secuestro de migrantes, misma que radica en la oportunidad y posibilidad de hacer aún más visible la situación y condiciones de viaje a las que miles de migrantes centroamericanos se enfrentan en su recorrido hasta la frontera norte. Al mismo tiempo, permite poner de manifiesto la denegación de justicia del Estado mexicano al alegar la ausencia de denuncias penales y la falta de metodologías en la recuperación de la información.
El Cuaderno Sobre Secuestro de Migrantes, coeditado con el Centro Prodh, forma parte de una colección de Informes Anuales elaborados y presentados por la Casa del Migrante de Saltillo, en los que se señalan diversas situaciones sobre los derechos humanos de las personas migrantes sin documentos en tránsito por México. Dicho cuaderno constituye para la Casa del Migrante el VIII Informe, mismo que rescata los datos obtenidos mediante los testimonios compartidos por personas migrantes que se hospedaron en el albergue y recibieron una asistencia integral respecto de las violaciones a derechos humanos que hayan sufrido en estos eventos.
María Ángela Juárez Ramírez Madre de víctima de desaparición forzada, dijo al respecto “¿Qué es lo que quiere el gobierno?, ¿quieren que le hablemos a los superhéroes? Ya no tenemos confianza en ellos, tardan mucho para resolver los casos, queremos a nuestros familiares vivos, ellos (el gobierno) dicen que si los encuentran vayamos a reconocer los cuerpos, y no, que actúe porque los queremos vivos”.
El contexto de violencia permea todos los estratos de la vida en México. De manera particularmente trágica, se ha insertado en la ruta de las personas migrantes que de manera irregular transitan el país con la intención de cruzar a Estados Unidos. La máxima expresión de esta situación quedó manifestada en lo expresado por Rodrigo Escobar, Relator para México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien denunció la problemática como “una verdadera tragedia humanitaria”.
Con el delito de secuestro ha aumentado el número de migrantes desaparecidos, que engrosan las cifras de víctimas de desaparición forzada en México, que ha llevado a la sociedad civil organizada, a asumir acciones de búsqueda de familiares y de justicia, como lo hacen ahora las madres de desaparecidos en México, Honduras, El Salvador, Estado Unidos y Canadá.
Ante esta situación, desde la Casa del Migrante de Saltillo y el Centro Prodh exigieron al Estado mexicano:
- Tomar en cuenta los datos y las cifras que instituciones de Derechos Humanos y Organizaciones de Sociedad Civil defensoras de Derechos Humanos han podido documentar desde el 2008, no limitándose a la existencia de una denuncia penal para acreditar el delito de secuestro a migrantes.
- Seguir las investigaciones de las denuncias por secuestro que se han interpuesto en Ministerios Públicos y Procuradurías de Justicia estatales y locales, así como detener y sancionar a quienes se involucren en estos delitos.
- Contemplar al secuestro no como un delito aislado, sino como la consecución de una serie de delitos y violaciones a derechos humanos cometidos en contra de las personas migrantes.
- Establecer programas de regularización migratoria en un marco de atención integral a las víctimas y no en la mera emisión y expedición de documentos que no favorecen ni garantizan condiciones de vida digna en México.
- Diseñar, establecer e implementar acciones concretas para la erradicación del secuestro con los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala, y garanticen estos últimos, condiciones de vida digna para que las personas migrantes no tengan que abandonar sus países.