El pasado viernes en una audiencia temática en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), diversas organizaciones de la sociedad civil se pronunciaron respecto a la falta de eficiencia por parte de las autoridades mexicanas para identificar a los migrantes centroamericanos que, en su intento por llegar a Estados Unidos, son secuestrados en México y muchas veces asesinados.
Mercedes Doretti, directora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático en Derecho, informó que más de 1,200 restos se recuperaron entre 2006 y 2011 de un total de 310 fosas:
«Recordamos a las víctimas de la masacre de San Fernando que aún no han sido identificadas a más de un año del suceso, en donde se hallaron los cadáveres de 73 migrantes en una fosa común, de los cuales, 12 aún no han sido identificados».
Debido a esta situación, las organizaciones solicitaron la creación de una base de datos forenses a nivel nacional y regional para facilitar el acceso a la informacion de desaparecidos y no identificados; así mismo, instaron a la formación de una comisión de forenses que supervisen el proceso de identificación de los restos.