El día de ayer, 16 de marzo, Javier Hernández Valencia, Representante en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos visitó la ex Academia de Policía Estatal, donde se encuentra arraigado Israel Arzate Meléndez, joven originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, que el 3 de febrero de 2010 fue detenido de manera arbitraria por militares, que lo sometieron a tortura para que se autoinculpara por los homicidios en Villas de Salvárcar.
Luego de la visita, Javier Hernández ofreció una conferencia de prensa donde recordó lo establecido en la Opinión 67/2011 del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la Organización de las Naciones Unidas, quien declaró arbitraria la detención de Israel Arzate Meléndez y exigió su pronta liberación. Al respecto, el Centro Prodh, la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez y el Centro Juárez de Apoyo a Migrantes, recordaron que este Grupo de Trabajo consideró grave que la jueza de garantías, Anabel Chumacero, no tomara en cuenta la denuncia de tortura que Israel hizo en su audiencia de vinculación a proceso. Asimismo, el Grupo de Trabajo dio cuenta de que las acusaciones falsas realizadas por la Fiscalía tienen como objetivo aparentar una legalidad formal para lo que en realidad resulta un proceso falto de seriedad. Además, condenó que, ante la ausencia de pruebas, se recurriera a la figura del arraigo para mantener a Israel privado arbitrariamente de su libertad.
Por otro lado, Javier Hernández señaló: “No hay duda de que fue torturado” y enfatizó: “Ahí está la tortura, pero el Juez no la quiere ver”. Asimismo, explicó que los torturadores de Israel fueron soldados del Ejército mexicano y que esto fue aceptado por la Sedena, según la Recomendación 49/2011 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Frente a la falta de investigación y sanción a los responsables pero, sobre todo, ante la evidencia de la detención arbitraria y las graves violaciones a los derechos humanos, el Representante de la OACNUDH afirmó que Israel no ha encontrado una respuesta adecuada frente a su demanda.
En este sentido, explicó que el uso de la tortura en cualquier procedimiento judicial plantea, de partida, un obstáculo ineludible para el acceso a la justicia. Por lo tanto, hizo un llamamiento a no aceptar la tortura como moneda corriente en nuestro sistema de justicia. Asimismo, reiteró que el inmovilismo y la indiferencia frente a esta grave práctica es una forma de incitarla, autorizarla y promoverla.
Las organizaciones que apoyan y defienden a Israel Arzate se congratularon con el posicionamiento de Javier Hernández, esperando que este acto sea un impulso decisivo que lleve al Estado mexicano a actuar conforme a derecho y a liberarlo inmediatamente.