Un caso sobre un abuso militar ha llegado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se trata de una ejecución ordenada por un mando tras un incidente en un retén cuando una camioneta trató de eludirlo. Uno de los dos civiles que viajaban en la camioneta salió con vida e intentó escapar, pero fue atrapado por soldados. Existen declaraciones de los soldados que participaron en el operativo que señalan:
«El teniente coronel Bravo Alcaraz, al percatarse de lo sucedido, ordenó al teniente Cruz Violante que por qué le traían al civil vivo: ‘por qué putas madres lo traes vivo, llévatelo y mátalo allá'».
Por orden del teniente coronel Bravo Alcaraz, el cabo Ramírez ejecutó al civil, disparándole en la frente con su fusil de asalto G3.
La camioneta Sierra fue incendiada y los cuerpos fueron arrojados a un barranco «para aparentar una ejecución entre sicarios», según declararon los militares, quienes al llegar al lugar de la fiesta en la localidad de Peña Blanca no encontraron a nadie y sólo aseguraron un fusil AK-47 y algunos vehículos.