El Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) y el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC, A.C.), dieron a conocer que el pasado jueves 19 de enero, José Luis Luege Tamargo, director general de Conagua y un grupo de empresarios de La Peninsular y Grupo Hermes, constructores de la Presa El Zapotillo, visitaron el lugar, con el objetivo de poner en marcha el transportador de concreto para iniciar el levantamiento de la cortina, y presentarles a los empresarios los avances del proyecto.
En esta visita, se evidenció que existe una gran diferencia entre la planeación y ejecución del proyecto. Mientras que se tenía proyectado excavar 815,292 m3, actualmente se han excavado ya 1’908,753 m3, es decir, un 134% más. En cuanto al concreto utilizado, se tenía proyectado utilizar 1’117,625 m3 y realmente se han utilizado ya 1’357,265 m3: un 21% más del concreto que se había previsto. De acuerdo a los costos del proyecto presentados en julio del 2010, la presa tendría un costo de $2,925 millones de pesos; sin embargo, según estimaciones con base en los datos oficiales, el costo de la edificación del embalse podría superar los $4,000 millones de pesos; incluso se ha manejado que el costo de la cortina se estima en $6,000 millones de pesos. Por otra parte, se sabe que la presa El Zapotillo puede llegar a costar hasta $12,854 millones de pesos.
En una nota informativa, el director general de Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León, Emiliano Rodríguez, señaló que la presa estaría lista para este año 2012; sin embargo, Luege dijo en su visita que la presa estaría terminada hasta mayo de 2013. Ante esta serie de contradicciones, las organizaciones sociales que se oponen a la construcción de este megaproyecto se preguntan quién verdaderamente regula este tipo de construcciones y la inversión del dinero.
Al recordar la declaración de Olivier Schutter, Relator de Alimentación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que expresó su preocupación porque la tierra que se ofrece como compensación a los vecinos de Temacapulín, no servirá para continuar trabajando en los cultivos y entonces, no tendrán medios de subsistencia, las organizaciones exigieron la cancelación definitiva de la Presa El Zapotillo, la búsqueda de otras opciones sustentables de abastecimiento y gestión del agua, y la anulación inmediata de la campaña que les está mintiendo a los habitantes de Jalisco y Guanajuato.