El 13 de noviembre fue entregada una nota en el domicilio de Alonso Ruíz Lara, en la que habían dibujado tres cruces. En una estaba el nombre de Guillermo Audelo Murrieta, asesinado el 20 de agosto de 2011, y en otra, el de Jesús Manuel Moreno, que murió el 13 de noviembre de 2011. En la tercera cruz estaba escrito el nombre de Alonso Ruíz Lara. Según la familia, después de que un soldado acosara sexualmente a la esposa de Guillermo Audelo, comenzó una campaña de hostigamiento, aparentemente instigada por miembros de la XIX Compañía de Infantería No Encuadrada del Ejército mexicano, con base en San Felipe, Baja California.
El 20 de agosto, Guillermo Audelo estaba en un hotel con los dos hermanos de Alonso Ruíz Lara. Unos soldados asaltaron su habitación y lo mataron. Aún no se han esclarecido los detalles de su muerte, que investigan la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y una autoridad militar. Los otros dos hombres fueron detenidos durante el asalto. Ambos han afirmado que Guillermo Audelo fue torturado y después ejecutado extrajudicialmente, y que a ellos los torturaron y les amenazaron de muerte si mencionaban lo que le había sucedido a Guillermo. Al parecer, la amenaza de muerte contra Alonso Ruíz Lara es un intento de impedir que su familia y la de Guillermo Audelo Murrieta testifiquen contra personal militar o sigan adelante con su denuncia de hostigamiento.
A pesar de que la familia de Guillermo Audelo ha presentado una denuncia formal, no se ha adoptado aún ninguna medida para protegerles. Jesús Manuel Moreno, cuyo nombre estaba incluido en la amenaza de muerte, era el hermano de la esposa de Guillermo Audelo, quien murió en un incendio en su casa.
Ante esta grave situación, Amnistía Internacional te insta a que escribas inmediatamente a la Procuradora General de la República, Marisela Morales y al Secretario de la Defensa Nacional, General Guillermo Galván, pidiendo a las autoridades garantizar que Alonso Ruíz Lara, su familia y la familia de Guillermo Audelo Murrieta reciben toda la protección necesaria, de acuerdo con sus deseos; exigiendo una investigación sobre la amenaza de muerte y garantías de que estas personas no serán víctimas de enjuiciamientos maliciosos como represalia por denuncias contra oficiales del Ejército; y señalando la urgencia de una investigación completa e imparcial sobre la constante de hostigamientos y amenazas contra estas familias.