«[El acto público], así como lo hicieron, muy tempranito y sin la presencia de las familias y las organizaciones, no tiene ningún significado»;
señaló Rosendo Radilla hijo el día de ayer, en referencia al acto en el que el Estado Mexicano aceptó la responsabilidad de las víctimas de desaparición forzada en las décadas de los 60’s y 70’s. Esta frase, en contraposición a lo que expuso Juan Marcos Gutiérrez, argumentó que con ese acto se reafirmaba la plena voluntad del gobierno del presidente Felipe Calderón con la protección de los derechos humanos.