El día de ayer, en las oficinas centrales de la Procuraduría General de la República (PGR), Israel Arzate Meléndez, con la representación del Centro Prodh, Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez y el Centro Juárez de Apoyo al Migrante, presentó una denuncia penal por la tortura que sufrió a manos de militares el 3 de febrero de 2010 y en diversos momentos posteriores en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En el escrito presentado, Israel Arzate denuncia la detención ilegal y arbitraria de la que fue víctima, así como el que fue brutalmente torturado con golpes y toques eléctricos. Asimismo, señala que no fue sino hasta que sus torturadores amenazaron con violar y asesinar a su esposa, que se vio obligado a firmar la confesión que le exigían que hiciera y que lo involucra falsamente con la masacre de Villas de Salvárcar.
En el comunicado emitido por las organizaciones arriba mencionadas, se señala que la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en su Recomendación 49/2011, reconoce que Israel fue víctima de tortura. Por otra parte, el informe de Human Rights Watch (HRW) emitido la semana pasada, retomó también el caso de Israel como paradigmático de tortura y señaló que, en México, ésta es una práctica generalizada.
Recordando lo estipulado tanto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) como por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el sentido de que las investigaciones de violaciones a derechos humanos cometidas por agentes militares sean investigadas y juzgadas en el fuero civil, las organizaciones firmantes instaron a la PGR a iniciar las investigaciones correspondientes de manera inmediata; estudiar las pruebas; y allegarse de las pruebas necesarias para sancionar a los militares involucrados en la detención arbitraria y tortura de Israel Arzate.