El gobierno de Puebla argumenta que no ha podido entregar la vivienda que prometió a la familia del menor porque “no han entregado la documentación correspondiente a la inmobiliaria”.
Sididh, 15 de nov / Zov – El 19 de julio de este año, un artefacto explosivo estalló en un llano del municipio de Petlalcingo, en donde se encontraba el niño Oswaldo Zamora Barragán. Oswaldo resultó gravemente herido por la explosión, perdió el brazo y la pierna derecha, un dedo de la mano izquierda, además de una infección en la sangre consecuencia de la exposición de las heridas a la intemperie.
Aunado a esto, la reacción por parte del Estado estuvo dividida. Por una parte, Margarita Zavala y la esposa del gobernador de Puebla visitaron al niño en el hospital, y prometieron apoyarlo. Sin embargo, dos días después del incidente, la SEDENA emitió un comunicado en el que informa que está recabando la información sobre lo ocurrido y señala que siempre estuvo al pendiente de la atención del menor. El hecho que más desató polémica fue la aclaración del Secretario de Seguridad Pública Ardelio Vargas, quien declaró que no fue una granada la que le causó daños, sino de otro explosivo que, inclusive, relacionó con los utilizados por las bandas de la delincuencia organizada. Cuestionó: “¿cómo saben que fue una granada? Una granada provoca un daño mucho mayor”.
Sin embargo, la ayuda a la que el gobierno de Puebla se había comprometido a brindar, no ha llegado para la familia de Oswaldo. El martes pasado, el gobierno de Puebla reconoció que no ha entregado la vivienda que prometió al menor Oswaldo Zamora, aunque sostuvo que ello se debe a que la familia no ha entregado la documentación correspondiente a la inmobiliaria para completar los trámites, además de que la SEDENA ha negado una pensión vitalicia a la víctima.
El día de ayer, el procurador de Justicia de Puebla, Víctor Carrancá Bourget, declaró que esta instancia ha concluido con los dictámenes periciales que tenía que realizar y que está en total disposición de entregar esa investigación a la PGR, señalando que “todavía no se ha tomado la determinación de turnar las indagatorias”.
El hecho de que hayan terminado con los dictámenes periciales y que la investigación recaiga en la PGR no ha determinado concretamente quién es el responsable de los hechos, y hasta el momento cuenta con dos líneas de investigación al respecto. El escenario, por tanto, parece ser de más trámites y no de justicia ni soluciones concretas para la situación de Oswaldo.