El viernes 30 de septiembre se llevó a cabo el Foro sobre Justicia Transicional en el Claustro de Sor Juana. Se reflexionó sobre las experiencias de búsqueda de justicia por parte de una sociedad que, desde la llamada guerra sucia hasta los crímenes actuales, continúa buscando justicia.
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En el marco de la Campaña “Siguen Desapareciendo”, encabezada por el Centro Prodh, se organizó el Foro sobre Justicia Transicional, que contó con la participación de distintos especialistas divididos en tres mesas. Esta actividad buscó generar conciencia en la sociedad sobre los elementos comunes que existen entre las desapariciones relacionadas con la guerra sucia y las que actualmente ocurren, en el marco de la guerra fallida contra el crimen organizado.
La primera mesa se tituló “Situación de la Justicia Transicional en México: derechos humanos y justicia transicional”. En ella, se destacó que en México no existe un tiempo delimitado para la investigación, sanción y acceso a la justicia de los procesos que tienen que ver con los llamados delitos del pasado. Asimismo, se reconoció que la justicia puede ser diferenciada, pero que, ciertamente, se requiere una sanción para los responsables de crímenes de lesa humanidad. De manera particular, José Rosario Marroquín, director del Centro Prodh, destacó que «la impunidad permite crímenes por parte de los actores estatales» y lanzó un cuestionamiento al Estado mexicano ante el vacío dejado por la extinta Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado. Por su parte, Fritz Glockner abundó sobre la impunidad y la tortura en el sistema de justicia.
En el segundo panel, titulado “Experiencias de Víctimas de Crímenes de Estado: ayer y hoy”, la organización Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.), expresó que su trabajo se concentra en recuperar y dignificar la existencia de las y los desaparecidos de la guerra sucia. Diego Lucero, de Nacidos en la Tempestad, compartió la experiencia de su padre, desaparecido por el Estado debido a su activismo político. Además, señaló que nadie tiene autoridad moral para decirles a las víctimas que «El Estado no puede compensarle el daño que le hicieron». Por su parte, Enrique González Ruíz expresó que la reparación del daño no se completa únicamente con la entrega de recursos materiales, sino con el procurar el rescate de la memoria histórica.
Finalmente, en la tercera mesa, titulada “La exigencia continua de justicia: Experiencias latinoamericanas de justicia transicional”, Silvia Dutrénit Bielous, del Instituto Mora, expuso la experiencia de la Justicia Transicional en Uruguay, en donde muchos uruguayos continúan luchando por acercarse a la verdad de los hechos y se ha logrado enjuiciar y condenar a algunos elementos estatales que participaron en estos crímenes. Mónica Leonardo, de la Fundación Myrna Mack, consideró que el Programa Nacional de Resarcimiento en Guatemala ha tendido a la victimización y, aunque se creó una Comisión para el Esclarecimiento Histórico que llevó a cabo el Proyecto para Recuperación de la Memoria Histórica, no se ha dado seguimiento a las recomendaciones emitidas. Por su parte, Eva Leticia Orduña Trujillo, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM, reflexionó sobre la labor de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el tema, al considerar que basa sus resoluciones considerando el daño material pero también el daño moral causado. Por último, Finalmente Julio Mata Montiel de AFADEM-FEDEFAM, cifró en cinco mil el número de desaparecidos en México y señaló: «Nosotros no creemos que en México haya condiciones para una Comisión de la Verdad».
En resumen, todas estas voces coincidieron en la exigencia continua de justicia, no sólo por los crímenes del pasado, sino por las desapariciones que día con día siguen sucediendo. Para conocer más la campaña Siguen Desapareciendo del Centro Prodh, entra a su página web y entérate de los próximos eventos.