Lo que alguna vez fue la glorieta de Colón ahora es un espacio de resistencia de las mujeres en la Ciudad de México. El Paseo de Reforma se ha convertido en la memoria colectiva que reclama verdad y justicia por las personas asesinadas y desaparecidas.
El domingo 26 de septiembre las mujeres tomaron este lugar para ofrendar a las víctimas de femicidios, pero el gobierno de la Ciudad de México borró las huellas que plasmaron en la pared metálica que resguarda la base del exmonumento a Colón.
“Que nos hacen falta y que no queremos ni una más. Ni una asesinada más”, reclama Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio.
* Imagen e información de Pie de Página