Verónica Durán busca desde noviembre de 2019 a su hijo Iván. Ella fue una de las cuatro detenidas el 10 de julio del año pasado, cuando participó en la protesta de las buscadoras de personas desaparecidas en la Glorieta de Santa Fe en Guanajuato capital. Tras la detención, sufrió la revictimización y exclusión laboral, al ser despedida de su trabajo por lo ocurrido hace casi un año.
Ella consideró que las recomendaciones emitidas ayer por la Procuraduría de los Derechos Humanos (Pdheg) no le reparan el daño económico, moral y psicológico que les dejó la agresión y detención policial, que incluyó una denuncia penal por parte de la Secretaría de Seguridad Pública por el delito de “ataque a las vías de comunicación”. Verónica Durán dijo que más que un protocolo de actuación para los elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, cuyo nombre no conocen al estar reservado, se requiere la reparación del daño y la garantía de no repetición.
* Información e imagen de Zona Franca