El pasado fin de semana el obispo emérito de Saltillo, fray Raúl Vera López, visitó La Laguna con dos objetivos: el primero fue presentar el documental “No hay otra manera”, elaborado por su equipo de trabajo dentro de la Diócesis de Saltillo, aunque concluido fuera de ella con recursos propios por la Tribu 20-20; el segundo fue acompañar a los campesinos que mantienen un campamento contra la planta Chemours Laguna, en Gómez Palacio, Durango.
La obra está suspendida provisionalmente desde que se hizo público que en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) la compañía borró del mapa a 19 comunidades ejidales. Son justo los habitantes de esos poblados quienes integran el frente que se opone a la compañía estadounidense. Perder la lucha significaría coexistir junto a una fábrica que producirá 65 mil toneladas de cianuro de sodio al año, compuesto tóxico utilizado en la minería a cielo abierto con consecuencias fatales para el medio ambiente.
* Información e imagen de La Plaza Pública