El 19 de abril pasado, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el dictamen que expide la nueva Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Es un hecho histórico. Se pone fin a una época vergonzosa del sistema de impartición de justicia.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU en México felicitó a la Cámara de Diputados por haber sacado adelante la ley y destacó que esta aprobación sitúa a México en la ruta de reconocer, respetar y validar los Derechos Humanos. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) también se unió a las felicitaciones. Hay conciencia de que la ley cumple con los más altos estándares internacionales. ¿La haremos realmente valer?