Unas 41 mujeres y hombres con familiares desaparecidos arribaron a la capital de Querétaro, donde los recibieron integrantes de la organización Estancia del Migrante González y Martínez. Los centroamericanos ingresaron a la parroquia Santa María Asunción; ahí, el cura Mario González, integrante de dicha organización, ofició misa y les pidió perdón por las omisiones de una sociedad que guarda silencio ante los múltiples casos de migrantes desaparecidos en México, y por el estigma social que recae en sus hijos al considerárseles delincuentes.
La caravana recorrió las principales calles de la ciudad y después ofreció una conferencia de prensa, en la cual el activista Sergio Cuevas señaló que desde la implementación del programa Plan Frontera Sur se incrementó tremendamente
la violencia que afecta a los migrantes centroamericanos, quienes son objeto de secuestros, violaciones y homicidios.
*Con información de La Jornada