Bernarda Sánchez inició hace 29 días una huelga de hambre en el centro de Orizaba, Veracruz, en demanda de que a las comunidades indígenas les sea permitido vender sus productos en esa área. La joven indígena acusa de racismo al Presidente Municipal. Juan Manuel Díez, quien promovió una consulta entre los pobladores de la ciudad sobre la permanencia o no de los comerciantes: “Se trató de una ofensa: organizar una votación para privarnos el derecho de trabajar honradamente”.
“En Veracruz al Gobierno no le importan los indígenas; a Juan Manuel Diez parece que le damos asco; Namiko Matsumoto Benítez, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, lo más que ha hecho por nosotros es rebajar la multa de dos ancianas que salieron de la cárcel. Ya estamos hartos de que nos pisoteen. Somos seres humanos, tenemos derecho a trabajar”. (Sin Embargo)