En un informe de 11 páginas titulado México: Ejecuciones por policías en Michoacán, desmenuza dos casos: el sucedido el 6 de enero de este 2015 en Apatzingán con un saldo de ocho civiles muertos y el de Tanhuato.
«Sobre la base de la evidencia disponible, pareciera que estamos ante otras dos graves atrocidades cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad mexicanas», determina en el informe Daniel Wilkinson, director gerente de la División de las Américas de HRW.
Sobre Tanhuato, la organización aporta un nuevo elemento: cita a un investigador de derechos humanos que «entrevistó exhaustivamente a tres personas que presenciaron los hechos». Son los tres hombres detenidos desde ese 22 de mayo y puestos a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR.
Estos tres testigos «le dijeron que si bien algunos civiles participaron inicialmente en un enfrentamiento armado con policías frente a la vivienda, muchos otros dejaron caer sus armas y no respondieron con disparos, y que los policías le dispararon a la espalda a por lo menos cinco que intentaron huir».
Los tres testigos coincidieron en que «una vez que había mermado la balacera inicial, varios policías federales llevaron a siete personas dentro de la hacienda principal y mataron a cuatro de ellas: una fue puesta contra una pared y luego le dispararon; otra recibió disparos en la escalera; una fue alcanzada por disparos en la espalda mientras escapaba; y otra fue quemada dentro de una bodega ubicada al costado de la vivienda». (El Universal)